El bañarse con hielo se ha convertido en una técnica muy popular para manejar la ansiedad y calmar los síntomas de un ataque de pánico. Consiste en llenar una bañera o un recipiente con agua fría o con hielo y sumergirse en él por 10-15 minutos. Esto puede ayudar a bajar la temperatura del cuerpo y a reducir los síntomas de ansiedad.
La terapia de baño de hielo, también conocida como hipotermia inducida, ha sido estudiada en varios estudios científicos. Un estudio realizado en 2015 por el Hospital Nacional de Ginebra en Suiza mostró que el baño de hielo podía ayudar a reducir el estrés y los niveles de cortisol, una hormona relacionada con la ansiedad.
Bañarse con hielo resulta muy efectivo para las emociones. Foto Pinterest
¿Por qué debes bañarte con hielo en pleno ataque de pánico?
Puede resultas incomodo pero esta rutina alivia los síntomas de forma efectiva. Si tienes un ataque de pánico o síntomas de ansiedad, un baño con cubos de hielo puede ser la solución inmediata para calmarte ¡Aguanta el frío!
- Estimulación del sistema nervioso: El agua fría puede activar el sistema nervioso simpático, contribuyendo a un aumento temporal de la energía y la alerta.
- Mejora de la circulación sanguínea: La exposición al frío puede favorecer la circulación sanguínea, beneficiando la salud cardiovascular.
- Alivio de la inflamación: El frío puede tener propiedades antiinflamatorias y ayudar a reducir la hinchazón en ciertas áreas del cuerpo.
- Mejora del estado de ánimo: La sensación de frescura puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo, contribuyendo a un sentimiento de bienestar.
- Refuerzo del sistema inmunológico: Algunos estudios sugieren que la exposición al frío puede activar respuestas inmunológicas que fortalecen el sistema de defensa del cuerpo.
- Mayor resistencia al estrés: La práctica regular de exposición al frío podría ayudar a desarrollar una mayor resistencia al estrés, fortaleciendo la capacidad del cuerpo para manejar situaciones difíciles.
Cabe destacar que, además del tratamiento recomendado por tu especialista y las prácticas que tengas en terapia, esta rutina es un complemento que te podría ayudar a alivianar estos desagradables malestares, por lo tanto, no es recomendable tenerlo como una única alternativa de sanación.
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