El beso de Gustav Klimt es la magnus opus del autor, dicho de otro modo es el cielo estrellado de Van Gogh o Las Meninas de Velázquez. Es la obra definitiva por la cual reconocen al artista pero pocos saben el significado de tan impactante mensaje.
Cómo interpretar
Primero que nada no debemos interpretar el cuadro como un objeto único, la manera correcta de hacerlo es viendo cada detalle por separado y luego, al unirlo este tomará forma. De primera mano podemos visualizar su contenido pero existe mucho más que ello. Segunda aclaración importante: Esta interpretación está basada en esos detalles que podríamos catalogar como tóxicos. Cada persona lo interpreta a su manera.
Analicemos dos aspectos clave de la pintura
El suelo
El suelo es una de las partes más fundamentales ya que existe una gran diferencia entre ellos. Acá se dice que la mujer se encuentra elevada debido a que representa la divinidad y el suelo, con sus enredaderas en dorado representa la feminidad. Pero, ¿si esta es una diosa, por qué entonces se encuentra de rodillas y a merced del hombre?
El suelo cuenta con esa llamativa diferencia entre ambos personajes pero a su vez, los pies de la mujer cuelgan del abismo. ¿No sería correcto decir que en vez de un ser divino se trata de elevar la figura femenina a base de “afecto” y cumplidos hasta la dependencia emocional?
Que, una vez allí, sienta que sin el “empujoncito” del hombre esta caería al vacío irremediablemente.
El beso
No se trata de un beso afectuoso, la sensación que genera es de estar en un aprieto ya que él la sostiene con fuerza y a su vez ella voltea el rostro más no se aparta, sigue de rodillas hacia él. Sigue allí porque a pesar de estar en una situación realmente incómoda, su vista se ha nublado de su falso amor y no sabe a dónde huir.
Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia
Si tomamos esta interpretación como real, ¿cuántas veces no nos hemos sentido así en algún momento? Si no has experimentado alguna situación similar de seguro conoces a alguien que sí. Esa manipulación y presión que ofrece la figura masculina sobre la femenina empequeñeciéndola para tenerla a su merced. En vez de llenarla de halagos pueden verse como inseguridades que él le implanta su pareja para que esta no le deje.
Haciéndola sentir mal con ella, con su cuerpo y todo su ser para mantenerla allí, a su merced y de rodillas.
El beso de Gustav Klimt cuenta con un mensaje para todas aquellas mujeres que se encuentran atadas a una situación así.
Arte en la estética
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