El mes de noviembre significa mucho para mí, y ¡claro! ¡Es el mes en el que celebro mi cumpleaños!
Siempre es un buen momento para revisar y hacer recuento de lo vivido en el año, lo bueno en mi caso es que es cerca del fin de año, así que puedo revisar lo vivido y planear en lo que me quiero enfoca en los próximos meses; coincide casi con el ciclo al que todos le llamamos año, ¡es muy práctico!
Este ejercicio lo hago desde hace ya varios años. En muchas ocasiones hago un collage grande con recortes de revistas y me ayuda a enfocar lo que quería el siguiente año, y me encanta rehacerlo cambiando algunos recortes y dejando otros que necesito profundizar. Siempre lo he hecho como todo un ritual y es un momento que disfruto mucho. De esta manera he conseguido muchas metas que he podido ver cómo se cristalizan, y por lo tanto he aprendido a comprender esto de que si quieres algo necesitas pedirlo para que se te dé. El tema de la ley de atracción y la creación de realidad.
Cuando enfocas tus deseos puedes ver con claridad cómo los consigues, de una u otra manera lo consigues. Esto tiene mucho que ver con nuestras creencias y al paso de los años así he aprendido tanto de mí, de mis deseos, de mis creencias, y he aprendido a modificar aquellas que ya no son útiles en estos momentos de mi vida y las voy cambiando y alineando a lo que ahora soy consciente que quiero.
Pero bueno, lo que el tiempo me ha dado y que quiero compartir con ustedes hoy es que he aprendido a aceptar y reconocer quién soy. Ha sido un largo camino que aún no concluye y que nunca acaba y eso me fascina, pero que ya me deja ver con más claridad más de mí misma, y me siento satisfecha, orgullosa y disfrutando de lo que descubro cada día.
Creo que descubrir quiénes somos y qué hacemos aquí es parte de la misión de cada individuo en su vida; descubrir que hay muchos obstáculos que nos impiden ver claramente el horizonte para encontrar las pistas para regresar a buscar dentro de nosotros mismos, porque las respuestas siempre han estado dentro, las llevamos a todo lugar a donde vamos, y paradójicamente las buscamos afuera.
He descubierto con el paso de los años, que había estado buscando las respuestas en el lugar equivocado, y ahora que corroboro cada día que sí, sí es dentro, y que yo tengo las respuestas, pareciera tiempo perdido, pero no, es parte del “juego”. Uno se pierde en el camino y luego encuentra la senda que nos ha de volver a encontrar, así que al parecer es cuestión de tiempo y de conciencia. Cada día reitero más eso de buscar dentro y confiar que las respuestas llegarán, pero como me decía una amiga con la que platicaba hace unos días… “sí, y ¡¿cómo le hago para confiar y saber que dentro de mí está todo lo que necesito?!” Es verdad, cuando no he confiado, y toda la vida me han dicho que lo que dicen otros es lo que debo seguir; cuando niña obedecer a los papás o en la escuela a los maestros, luego al jefe, al marido, a las autoridades, al médico, etc… no es fácil confiar en nuestra propia voz. Siempre nos dicen cómo debe ser todo y cuestionar o confrontarlo ha sido sancionado y mal visto.
Aprender de nuevo, y reforzar la intuición no es trabajo fácil, pero es un trabajo que se debe hacer.
Nunca es tarde para comenzar a cuestionar las cosas que nos hacen ruido, las que no nos convencen, aunque “todo mundo” diga lo contrario.
Si algo te late, atrévete y exponlo, defiéndelo, porque si es tu voz interna, tarde o temprano resonará y recordarás que lo que tu corazón te indica siempre tiene mucho de verdad.
Tarde o temprano esta conciencia de uno mismo, de lo que siente y lo que cree, nos llevará más cerca de nuestra luz y de ver brillar nuestra luz, para poder así compartir lo que somos, sin miedo, con libertad.
Al explorar esto de confiar en tu voz, las primeras veces quizás te equivoques ¡y está bien equivocarse, porque estás explorando algo que no tienes práctica! Así que explora equivocarte, reintenta, vuelve a equivocarte, pide ayuda, y sigue intentando, esta es la forma -que por lo menos yo he visto- que funciona.
Recordemos que no estamos solos, habemos muchos que caminamos ya por estas sendas, acércate a quien te inspire, a quien veas que hace eso que tú anhelas y estarás viendo que haces cosas diferentes para conseguir resultados diferentes. Así que ¡atrévete! porque… todo es cuestión de creencias, y confianza en que las cosas pueden dirigirse a extraordinarios horizontes en donde nos expandamos y brillemos. De esto cada día me siento más segura, y así quiero vivir.
Lo que sé es que esto no lo habría podido afirmar antes de tener 50 años, lo he construido por varios años, así que ahora entiendo… y ahora sé que puedo compartir contigo, que tengas paciencia y amor, respeto y confianza en ti, tarde o temprano lograrás encontrar tu propio sentido.
Serie despertar y permanecer despierta
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