La competencia laboral parece estarte exigiendo día a día que pruebes cuánto vales como empleado y, en esa carrera por la autopromoción, olvidas que te debes un tiempo de calidad, un tiempo libre. Es básico alcanzar el equilibrio entre trabajo y vida personal.

Es un grave error pensar que no hay nada más importante que subir escalafones en la empresa y dejar en un segundo plano a tu familia y amigos.

Para quienes trabajan, especialmente en lo que les gusta, hacerlo no es tan sencillo, pero con perseverancia, empeño y voluntad, puedes alcanzar esa armonía tan deseada entre tu vida laboral y la personal.

7 claves para alcanzar el balance entre trabajo y vida personal

1. Disciplina. Con un poco de organización y planificación aprovecharás el tiempo de una mejor manera, para que cubras tus asignaciones y realices tus actividades particulares.

Puedes incluir una rutina de ejercicio al menos tres veces por semana, con una buena alimentación. El ejercicio eleva la energía, a la vez que reduce los niveles de estrés y aporta seguridad.

2. Orden. Una vida personal llena de conflictos, estanca. Resuelve tus problemas personales con la pareja, los hijos, la familia o los amigos, y verás cómo fluyen mejor las cosas en la oficina. Lima toda aspereza y dedícale un espacio de calidad a tu familia. Es muy desgastante llegar del trabajo y encontrar una situación estresante; verás cómo la paz a nivel emocional te permite afrontar mejor los retos de un ritmo de vida agitado. Esto es clave para balancear trabajo y vida personal.

3. Promoción. Si tu horario de trabajo no te permite avanzar profesionalmente no te preocupes, puedes estudiar un diplomado en línea e impulsar tu carrera. Para ello, debes distribuir bien tu tiempo.

4. Alimentación. Ciertamente tu hora de almuerzo debe ser sagrada, evita que algo o alguien la interrumpa. Es tu momento de descanso y relajación de las actividades rutinarias. Camina, toma aire fresco, conversa con tus compañeros o cualquier otra actividad que te relaje. Los beneficios serán mayor productividad, concentración y bienestar. No seas de los que comen en el escritorio, ya que luego puedes desarrollar padecimientos renales o gastrointestinales. Dale su tiempo tanto al trabajo como a la vida personal.

Busca siempre el balance entre trabajo y vida personal. Foto: wayhomestudio en Freepik

5. Vacaciones. Es un error postergarlas por las obligaciones laborales. Debido a esto, a la larga estarás tan cansada que tu rendimiento y motivación disminuirán. Por el contrario, recarga las baterías disfrutando de un tiempo junto a los tuyos, sin pensar en más nada. De hecho, evita saturarte con demasiadas actividades, para que tu regreso a la oficina sea placentero, sin estrés y motivador.

6. No a las horas extras. Organízate para que puedas alcanzar tus objetivos en el tiempo requerido para trabajo y vida personal. Recuerda, al darle prioridad a tu vida profesional, descuidas la personal. Así que, si piensas que con esto aumentas tu productividad, es todo lo contrario, disminuye tu rendimiento, incrementas el riesgo de padecer agotamiento, aumenta tu nivel de estrés y ansiedad al hacerte dependiente de una ganancia extra y, por si fuera poco, te acarrea enfermedades como úlceras, padecimientos del corazón, depresión, entre otras.

7. Libérate. Finalmente, si estás en casa, respeta tu tiempo libre, no atiendas llamadas de trabajo ni envíes correos y, si te es posible apártate, aunque sea por unos minutos, de tu móvil.

Como resultado de implementar estas acciones, conseguirás el balance deseado entre trabajo y vida personal.

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Foto principal: lookstudio en Freepik


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