Estambul es una de las ciudades en el mundo ubicada entre dos continentes: Europa y Asia. Esta característica geográfica ha fomentado un rico multiculturalismo donde la arquitectura, la cocina, la historia y la cultura del Este y el Oeste se encuentran en este destino único.

Realizar un crucero por el Bósforo, famoso por conectar los dos continentes, visitar grandiosas mezquitas o degustar delicioso café turco, son experiencias imprescindibles para cualquier viajero, especialmente para los visitantes que llegan por primera vez en esta magnífica ciudad.

¿Cómo viajar de México a Estambul?

Puedes optar por únicos vuelos directos que conectan ambos países con dos rutas diarias desde Ciudad de México-Cancún-Estambul. El vuelo de aproximadamente 15 horas es una de las mejores experiencias de viaje.

Mezquita de Santa Sofía: Un ícono de la antigüedad

Santa Sofía fue construida en el siglo VI como una catedral cristiana y ahora sirve como mezquita, y su estructura es un símbolo emblemático de la arquitectura bizantina.

Todo viajero que llegue a Estambul debe visitar este sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que también en 2020 reabrió como mezquita activa después de más de 50 años de funcionar como museo.

A lo largo de sus 1.500 años de historia, ha sido un lugar de culto tanto para cristianos ortodoxos y católicos, como para musulmanes.

Mezquita Azul: La joya del Islam

La Mezquita Azul, una obra maestra de la arquitectura islámica conocida por sus azulejos e influencias otomanas, se encuentra entre las mezquitas más visitadas en Turquía.

En su interior, la combinación de azulejos con mármol la convierte en un espectáculo que vale la pena admirar.

La Mezquita Azul está ubicada frente a la Mezquita de Santa Sofía. Por lo tanto, es conveniente organizar tours para visitar ambas en el mismo día.

Murallas de Constantinopla

Estambul tiene múltiples construcciones históricas que fueron de gran importancia durante el Imperio Romano. Sin duda, las Murallas de Constantinopla entran en esta categoría.

La construcción comenzó en el siglo V y fue construida por el Emperador Bizantino Teodosio II. Estas murallas han sido restauradas con el tiempo y son una visita obligada en la capital cultural de Turquía.

Distrito de Ortaköy

Ubicado en el lado europeo de Estambul, Ortaköy ofrece vistas espectaculares del Estrecho del Bósforo y una mezquita de impresionante belleza construida en 1856. Este barrio alberga una variedad de restaurantes gourmet, cafeterías y más.

Los puentes del Bósforo y la Mezquita de Ortaköy iluminados por la noche ofrecen una vista inolvidable para los visitantes.

Gran bazar y bazar de las especias

El gran bazar, con sus 58 calles cubiertas y más de 1.200 tiendas, es uno de los bazares más grandes del mundo. Es un lugar donde se pueden encontrar artesanías, joyas, alfombras, cerámicas, abrigos de lujo y mucho más.

A solo ocho minutos a pie se encuentra el bazar de las especias, también conocido como bazar egipcio, uno de los lugares más históricos de Estambul. Aquí se pueden encontrar una variedad de especias, semillas y productos a base de hierbas, así como productos de charcutería y frutas secas.

En sus más de 100 tiendas, hay especias especiales como pétalos de rosa, sumac, pimienta de Alepo, azafrán persa, frutas como dátiles, así como postres típicos entre los que destaca el tradicional baklava.

Cuerno de oro

Formado por el colapso de la tierra y la posterior entrada de agua de mar, es el puerto natural que se cree ha alimentado a Estambul a lo largo de la historia. Se considera uno de los asentamientos más antiguos del mundo.

Con el paso de los años, el Cuerno de Oro se ha convertido en uno de los principales puntos turísticos de la ciudad, ya que construcciones históricas como el Puente Galata conectan la parte antigua de la ciudad con la moderna. Más allá del puente, la Torre Galata te introduce a la parte más nueva de la ciudad.

La Torre Galata es un símbolo prominente de Estambul, pero no está sola en esta ciudad: su legendario compañero, la Torre de la Doncella, espera a los curiosos en un islote en el Bósforo.

La leyenda cuenta que fue construida por un emperador para proteger a su hija de una profecía en la que había sido sentenciada a morir por la mordedura de una serpiente. Actualmente, este sitio es un museo y tiene un restaurante turco en su interior.

 

Fuente: Turkish Airlines
 


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