Si tienes hijos, seguramente ya habrás enfrentado ese momento en el que debes hablar o responder preguntas sobre el sexo. ¡Sí!, TU HIJO (A) VA A PREGUNTAR SOBRE EL SEXO, desde muy pequeño.

Siempre he pensado que parte de nuestra responsabilidad social como padres abarca todos los temas posibles y aunque no existe un manual, sí creo que debemos tener la mayor cantidad de información a la mano, porque somos nosotros, los que al fin y al cabo, vamos a educar con el corazón a nuestros hijos.

Todos sabemos que la sexualidad es parte de nuestra vida, sin importar la edad. A medida que los niños crecen, su interés por el sexo, pasa de ser una curiosidad a una necesidad.

En un principio, es probable que comiencen a reírse sobre sus «partes privadas» y a notar las diferencias inherentes. Hablamos de niños entre 4 y 6 años. Muchos especialistas coinciden en que debemos hablar del tema sin tapujos a partir de ese momento, pero tomando en consideración cada etapa.

Les cuento mi experiencia.

Mi hijo tenía 6 años, cuando al volver del colegio me preguntó de forma directa: «Mamá, ¿qué sabes del sexo?» Se imaginarán mi cara y sin digerir la pregunta comencé a contarle sobre la historia de papá y mamá que se aman sobre todas las cosas y que de ese amor tan grande hay una relación, que puede tener como resultado un bebé. Allí me interrumpió y me dijo: «Del sexo mami, de ese que diferencia a los animales y que en National Geographic los simios practican». Estuve como dos días riéndome de mí misma y entendí que con los niños no todo es tan simple como contar una verdad.

A los pocos meses me inscribí en una charla sobre el tema y lo primero que nos dijeron es que hay que hablar con la verdad pero con la sencillez de cada caso. No es lo mismo explicarle a un niño de 6 años en que consiste el sexo, que hablarlo con nuestro preadolescente.

¿Cómo empezar?

La sexualidad sana en nuestros niños depende de cómo los orientemos. Las costumbres, tradiciones de crianza o inclusive los tabúes no pueden estar por encima del amor que sentimos por ellos y es allí, en ese sentimiento, en el que debemos apoyarnos a lo largo de su desarrollo físico, psicológico y emocional.

En la cotidianidad encontramos las ocasiones propicias para enseñar a nuestros hijos temas relativos al sexo. Por ejemplo, la hora del baño, es ideal porque desde que tienen 3 años debemos explicarles sobre las partes del cuerpo y qué significa «privado o íntimo». Recuerda llamar cada órgano por su nombre (Pene y Vagina) NO usar diminutivos o sobrenombres. Esa es quizás la parte más simple porque ellos entienden sus diferencias de genero en base a sus órganos «privados». Las preguntas son chistosas y las respuestas deben estar orientadas a lo básico.

Uno de los tips que más me ha resultado es la contra-pregunta: ¿Qué quieres saber o qué tienes entendido? Si eso lo hubiese aplicado la primera vez, no me hubiese ido por la respuesta romántica de la relación sexual entre una pareja. La procreación entre simios era lo que él quería saber.

Pero como todo, mientras crecen demandan más información y comienzan a buscar información en otras partes, como la internet o sus amigos. Es allí cuando TENEMOS que estar más pendientes.

Preadolescentes

A esta edad, los niños pasarán por muchos cambios que los preparan para la adolescencia. Estoy convencida que ser sexualmente responsables es una de las lecciones más importantes que podemos ofrecerles.

Este es el momento de la verdad. Entre los 9 y 12 años, los niños ya tienen una noción de lo que es bueno o malo. Saben que el sexo es algo que ocurre entre una pareja. También intuyen que da placer y que no necesariamente es para «procrear» y, claro, podrían sentir curiosidad hacia las relaciones homosexuales.

Algunos Consejos

Tomando en cuenta las charlas a las que acudí y los programas de Responsabilidad Social que moderé, estoy convencida que lo primero es preguntar lo que ellos ya saben. Nuestro joven DEBE guiar la conversación y la confianza entre ambos es clave para lograr buenos resultados. No se burlen, aunque la pregunta sea cómica.

Para mí esto es lo que mejor funciona:

  • Sé honest@.
  • Sé breve pero no dejes de responder a ninguna de las interrogantes. Si tu hij@ quiere seguir conversando sobre el tema: maravilloso. Nunca termines la conversación, por muy intimidante que sea.
  • No asumas una actitud demasiado seria. La naturalidad es clave, al fin y al cabo el sexo es parte natural de nuestras vidas.
  • Habla de las enfermedades de transmisión sexual y de cómo prevenirlas, así como de las consecuencias de un embarazo no deseado.
  • Bienvenido el tema de la homosexualidad: debes sembrar el valor del respeto y la tolerancia desde pequeños.
  • Si lo crees necesario, busca ayuda externa antes de llegar a esta etapa. A mi me funcionó. Estamos en la era de los podcasts, charlas y master class. Nunca están demás.
  • IMPORTANTE: Al final siempre pregúntale a tu hij@ si aclaraste todas sus dudas.

Recuerda siempre que desde el amor, la comprensión y la conexión con nuestros jóvenes, seremos más útiles y esto abrirá paso a esa confianza que es tan necesaria en una relación.


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