
El envejecimiento es un proceso natural que transforma el cuerpo en cada etapa de la vida. A medida que pasan los años, uno de los sistemas que más cambios presenta es el endocrino, en especial la tiroides. Esta pequeña glándula ubicada en el cuello regula procesos clave como el metabolismo, la energía y el funcionamiento del corazón. Cuando su actividad disminuye, puede aparecer el hipotiroidismo en adultos mayores, una condición que, aunque frecuente, muchas veces pasa desapercibida.
En el marco del Día del Adulto Mayor, que se conmemora cada 28 de agosto, resulta vital conocer las señales que advierten sobre cambios tiroideos y cómo actuar a tiempo para mantener la calidad de vida en esta etapa.
Alteraciones tiroideas en adultos mayores
En personas mayores de 60 años, es común que aparezca el llamado hipotiroidismo subclínico, una forma leve de la enfermedad en la que las hormonas tiroideas se producen en menor cantidad de la necesaria.
El gerontólogo y geriatra Dr. Daniel Gámez Treviño explica que la prevalencia de esta condición varía según la región, alcanzando hasta un 20%. Aunque en muchos casos no se requiere tratamiento inmediato, entre un 10% y un 50% de los pacientes, especialmente mujeres, sí necesitan terapia de reemplazo hormonal para mantener su energía y salud.
El gran desafío es identificar los síntomas iniciales. Muchas veces, el cansancio, la intolerancia al frío o los cambios de peso se confunden con el envejecimiento natural, lo que retrasa el diagnóstico.
¿Qué relación tiene la tiroides con el corazón?
Las hormonas tiroideas cumplen un papel fundamental en el buen funcionamiento del corazón. Ayudan a regular la frecuencia de los latidos, mantienen la fuerza del músculo cardíaco y favorecen la dilatación de los vasos sanguíneos.
Cuando existe hipotiroidismo subclínico, la resistencia vascular aumenta y con ello crecen los riesgos de hipertensión, insuficiencia cardíaca y problemas de coagulación. Manifestaciones como fatiga, lentitud en los latidos, disnea (falta de aire) o intolerancia al frío pueden ser señales de alerta.
El cardiólogo geriatra Arturo Moreno advierte que niveles bajos de hormonas tiroideas también elevan el colesterol malo (LDL) y pueden provocar alteraciones en la circulación y el músculo cardíaco. Esto crea un escenario propicio para enfermedades coronarias, arritmias o incluso derrames pericárdicos.
Cuidar la tiroides para proteger el corazón
La conexión entre tiroides y corazón es tan estrecha que especialistas recomiendan incluir evaluaciones tiroideas dentro de los chequeos cardiovasculares de rutina en adultos mayores. Una revisión anual puede marcar la diferencia para detectar a tiempo cualquier desequilibrio hormonal.
La tiroides regula funciones esenciales como la presión arterial y el metabolismo de grasas y azúcares. Si su actividad disminuye, el corazón se ve obligado a trabajar en condiciones menos favorables. Tal como afirma el doctor Moreno:
«Un corazón fuerte necesita más que arterias limpias: requiere un entorno hormonal equilibrado. Y la tiroides es una pieza clave en ese engranaje».
El reto de la detección temprana
En México, cerca del 12% de la población corresponde a adultos mayores, y se estima que para 2030 esta cifra alcanzará el 14%. Con este crecimiento, también aumenta la incidencia de hipotiroidismo en su forma subclínica.
Los síntomas pueden confundirse con los propios de la edad: piel seca, caída del cabello, aumento de peso o sensación de cansancio constante. Sin embargo, estas señales pueden estar revelando una disminución en la función tiroidea. La detección temprana es clave para prevenir complicaciones más graves.
Consejos para cuidar la salud tiroidea en adultos mayores
Aunque parte del envejecimiento conlleva cambios hormonales inevitables, existen medidas para mantener la salud tiroidea y, con ello, la calidad de vida:
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Realizar chequeos médicos anuales, incluyendo pruebas de TSH.
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Cuidar la alimentación, incorporando yodo, selenio y zinc, minerales esenciales para la función tiroidea.
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Ejercicio regular, ya que mejora la circulación, la energía y el metabolismo.
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Manejo del estrés, pues la tiroides es sensible a cambios emocionales y hormonales.
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Dormir adecuadamente, ya que el descanso regula procesos hormonales clave.
La luz natural y el bienestar hormonal
Diversos especialistas coinciden en que la exposición consciente a la luz solar, en horarios adecuados, contribuye al equilibrio del sistema endocrino. No solo mejora la producción de vitamina D, esencial para huesos y defensas, sino que también impacta de forma positiva en la regulación tiroidea.
Actividades simples como caminar al aire libre o realizar ejercicios de relajación bajo la luz del sol pueden favorecer la salud visual, hormonal y cardiovascular.
El hipotiroidismo en adultos mayores no tiene por qué ser un obstáculo para disfrutar de esta etapa de la vida. Por el contrario, puede ser una oportunidad para prestar más atención al cuidado personal y adoptar hábitos que fortalezcan la energía y el bienestar.
Como señala el Dr. Gámez Treviño, no se trata solo de prolongar los años de vida, sino de garantizar que estos se vivan con salud y plenitud. Mantener la tiroides en equilibrio es parte fundamental de este objetivo.
El compromiso con la salud
La empresa Merck ha trabajado de manera constante en la divulgación de información científica que contribuya al diagnóstico y cuidado oportuno de la tiroides, especialmente en poblaciones vulnerables como los adultos mayores.
En este sentido, reforzar el conocimiento sobre el hipotiroidismo y promover chequeos preventivos son pasos clave para mejorar la calidad de vida. Tal como se concluye en los informes de salud: “Nunca es tarde para cuidar de la tiroides y mantener una vida activa y saludable”.
En definitiva, la etapa de la adultez o vejez, si se puede vivir a plenitud y con salud, el detalle es cuidar de tu salud integral, hacer chequeos a tiempos y prevenir, ¡es la clave! Y aunque suene trillado, es la forma más segura de llegar a estas edades con equilibrio y bienestar.
Fuente: Merck, modificado por Mariel Gadaleta
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