La insuficiencia cardíaca, conocida también como insuficiencia cardíaca congestiva, es cuando el corazón no provoca el movimiento sistólico, de contracción junto con las arterias para bombear la sangre que contiene, o cuando no realiza el movimiento diastólico, de relajación y expansión del corazón y las arterias para que la sangre purificada entre en ellas.

Insuficiencia cardíaca en el mundo

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son una de las principales causas de muerte en el mundo. Según las estadísticas mundiales estas cobran más vidas que cualquier otra afección en el mundo.

Algunos de los factores de riesgo y precedentes para las enfermedades cardiovasculares son:

  • Hipertensión.
  • Niveles excesivamente elevados de colesterol o grasas (lípidos) en la sangre.
  • Obesidad.
  • Diabetes.
  • Estrés.
  • Tabaquismo.
  • Herencia genética.

¿Cómo se manifiesta?

Las enfermedades de las arterias coronarias o la presión arterial alta hacen que progresivamente el corazón se debilite o se ponga rígido. Esto le impide llenarse o bombear de forma eficaz.

El doctor Julio Effio, especialista en cardiología clínica puntualiza que los síntomas incluyen:

  • Dificultad para respirar y fatiga al realizar esfuerzo físico. Incluso esta falta de aire ocurre cuando el paciente está acostado y necesita levantarse por sentirse «ahogado».
  • Hinchazón en las piernas por acumulación de líquido. El edema de las piernas en todo paciente con factores de riesgo cardiovascular es considerado un signo de alarma para insuficiencia cardíaca.
  • Ritmo cardíaco acelerado. Aunado a esto existen múltiples factores de riesgo para la insuficiencia cardíaca, algunos de ellos son:
  1. Hipertensión arterial.
  2. Diabetes mellitus tipo 2.
  3. Antecedente de infarto del corazón.

Vivir con insuficiencia cardíaca

Una vez diagnosticada la enfermedad, se debe:

  • Crear buenos hábitos alimenticios.
  • Darle seguimiento a esta afección crónica
  • Controlar los síntomas.
  • Ejercitarse según las indicaciones médicas. Esto contribuye al disfrute de una mejor calidad de vida.

 El doctor Effio resalta que entre los tratamientos se incluye:

  • Comer alimentos con menos sal.
  • Limitar los fluidos.
  • Tomar medicamentos con prescripción.

En algunos casos, puede ser necesario colocar un desfibrilador o un marcapasos.

La Insuficiencia cardíaca y enfermedades renales

El corazón y los riñones están muy relacionados entre sí. Cuando una persona padece de ambos órganos se dice que presenta síndrome cardiorenal.

El estrés causado por un ataque cardíaco puede ocasionar un efecto negativo sobre el trabajo de los riñones, debido a la reducción en el suministro de sangre hacia estos. Además, los medicamentos administrados después de un ataque cardíaco y las sustancia de contraste empleadas en los exámenes radiológicos como la angiografía, el cateterismo o las exploraciones por tomografía computarizada, también pueden afectar la función renal.

Principales complicaciones

Aunque tengas un diagnóstico temprano y estés recibiendo tratamiento oportuno para mantener una salud equilibrada, existen algunos problemas que pueden agravar y revertir tal situación.

Una vez identificados, unos más graves que otros, consulta con tu médico para que te instruya sobre las medidas adecuadas para prevenirlos o mantenerlos a raya.

Entre ellos están las arritmias, cuyas complicaciones son la fibrilación auricular o la ventricular o taquicardia. También están la insuficiencia renal, la anemia, el ataque cerebral, la afección de las válvulas cardíacas, la caquexia cardíaca o pérdida de peso grave involuntario, y la insuficiencia venosa y úlceras en las piernas.

IC y sedentarismo

Un estudio publicado en la revista científica Circulation, publicada por Lippincott Williams & Wilkins para la American Heart Association, vinculó las horas de sedentarismo con el daño de las células cardíacas y arrojó como resultado que permanecer sentados durante largos períodos de tiempo puede dañar tu corazón.

Las personas que permanecen más de nueve o diez horas sentadas, aunque luego caminen, corran, bailen, naden, practiquen yoga o realicen labores de jardinería, son más propensas a desarrollar enfermedades cardíacas y diabetes, entre otros problemas.

La relación está en que al permanecer mucho tiempo inactivo, el cuerpo no le exige demasiado esfuerzo al corazón y los daños de las células cardíacas provienen de factores como la obesidad, la resistencia a la insulina y los depósitos de grasas en el corazón.

 Estadísticas

Concienciar sobre las enfermedades cardiovasculares es un compromiso que se debe asumir con responsabilidad. El cardiólogo puntualiza que la IC tiene alta mortalidad, el 15% de los pacientes con insuficiencia cardíaca fallecen durante el primer año del diagnóstico, y solamente el 50% de los pacientes sobrevive luego de 5 años de padecerla. Su mortalidad es más alta que la enfermedad terminal del riñón y algunos tipos de cáncer.

Prever es la consigna

Promover la prevención es deber de todos. Para el especialista la mejor manera de cuidarse es:

  1. Visitar al médico de confianza de forma anual.
  2. Pasar por revisión médica para medir la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
  3. Realizarse los exámenes de sangre para analizar parámetros como colesterol, pruebas del riñón (creatinina), ácido úrico y azúcar o glucosa en ayunas que le ordene el médico tratante.
  4. Promover buenos hábitos alimenticios.
  5. Mantenerse activo.
  6. Evitar el excesivo consumo de alcohol y tabaco.

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