En el competitivo panorama corporativo de México, la guerra por el talento se ha intensificado hasta convertirse en el principal desafío para el crecimiento y la estabilidad de las empresas. Sin embargo, más allá de los salarios y las prestaciones tradicionales, existe un nuevo y decisivo campo de batalla donde se está perdiendo a los mejores colaboradores: el bienestar. Un reciente y revelador estudio sobre la salud digital en el trabajo expone una realidad preocupante que ha sido denominada «la gran desconexión», una brecha entre la percepción de las empresas y la experiencia real de sus empleados que está acelerando la fuga de talento en México.

Mientras un significativo 88% de las compañías en el país considera que se preocupa activamente por la salud y el bienestar de sus equipos, la visión desde el otro lado de la trinchera cuenta una historia muy diferente: solo el 66% del personal siente que ese cuidado es genuino y efectivo.

Esta discrepancia de 22 puntos no es una simple estadística; es una grieta profunda en la cultura organizacional que tiene consecuencias tangibles y costosas. Este artículo, basado en los hallazgos de dicho informe, disecciona esta crítica brecha de bienestar, explora sus causas y presenta la salud digital como la herramienta estratégica más eficaz para cerrarla, proteger el talento y asegurar la resiliencia de las organizaciones.

Diagnóstico de la gran desconexión: cifras de una crisis silenciosa

La insatisfacción generada por esta brecha de percepción se traduce en un riesgo real y presente para la estabilidad de cualquier plantilla laboral. Los datos son contundentes y deberían ser una llamada de atención para todo líder:

  • Un 36% de los trabajadores mexicanos considera activamente cambiar de empleo debido a un deterioro en su calidad de vida laboral.
  • Peor aún, un 15.7% ya renunció por esta misma razón durante el año 2024.

Estas cifras demuestran que el bienestar ha dejado de ser un beneficio «agradable de tener» para convertirse en un factor de decisión crítico para los empleados.

«Las organizaciones deben comprender que la batalla por el talento ha evolucionado. Ya no se compite únicamente con salarios, sino con un ecosistema de bienestar que demuestre un cuidado auténtico por las personas», afirma el director de una de las empresas especializadas en ecosistemas de salud digital que impulsó el estudio.

«La evidencia muestra que la salud digital es la herramienta más eficaz para cerrar esta brecha. Ha dejado de ser un lujo para convertirse en una inversión estratégica que protege el activo más valioso de cualquier compañía: su gente».

El epicentro del problema: la urgencia de la salud mental

Cuando se profundiza en las causas de esta demanda de bienestar, un tema emerge como el epicentro inequívoco del problema y, por tanto, de la solución: la salud mental en el trabajo. El informe destaca que este rubro se ha consolidado como el principal motor para la adopción de soluciones digitales en el ámbito laboral mexicano, superando incluso las tendencias de otros mercados latinoamericanos.

La necesidad es apremiante. Según los datos de una de las principales plataformas de salud digital en el país, un impresionante 55% del total de las teleconsultas agendadas corresponden a servicios de psicología. Esta demanda es tan alta que grandes empleadores, como ManpowerGroup, han reportado tener listas de espera para la atención psicológica, confirmándola como el beneficio más solicitado y valorado por sus colaboradores.

Sin embargo, aquí es donde la brecha se hace más evidente. A pesar de la abrumadora demanda, la oferta sigue siendo insuficiente. El estudio revela que mientras el 47% de los empleados considera útiles los exámenes de bienestar emocional, solo un 23% los recibe por parte de su empresa. Esta desconexión muestra que muchas organizaciones aún no han adaptado sus estrategias de beneficios a las necesidades reales de su fuerza laboral.

Bienestar como inversión, no como gasto: el ROI de la salud digital

Para los líderes que aún dudan en invertir en programas de bienestar robustos, el informe presenta un argumento irrefutable: la rentabilidad. Lejos de ser un gasto, la implementación de soluciones de salud digital representa una de las inversiones más inteligentes que una organización puede hacer hoy.

Múltiples estudios demuestran que las empresas que integran estos servicios pueden obtener un retorno de inversión (ROI) de hasta 3 a 1. Este extraordinario rendimiento se materializa en mejoras medibles en indicadores clave de negocio:

  • Un aumento de la productividad de entre un 2% y un 5%.
  • Una reducción del 27% en el ausentismo laboral por enfermedad.
  • Un ahorro de hasta el 26% en los costos generales de atención médica para la compañía.

Invertir en la salud mental y física de los empleados no es filantropía; es una estrategia de negocio inteligente que impacta directamente en la rentabilidad y la sostenibilidad de la empresa.

El obstáculo sistémico: la urgencia de un marco regulatorio moderno

A pesar de los beneficios evidentes y la creciente adopción, el pleno potencial de la salud digital para empresas en México se enfrenta a un obstáculo sistémico: la falta de un marco regulatorio específico, integral y moderno.

Los expertos consultados en el informe coinciden en que la práctica actual se rige por una «regulación de parches», basada en leyes generales de salud y protección de datos que no fueron diseñadas para la complejidad de los ecosistemas digitales. Esta situación genera una incertidumbre jurídica que puede inhibir la inversión a gran escala por parte de las empresas y frenar la innovación por parte de los proveedores de servicios.

“Requerimos con urgencia una regulación actualizada y dinámica que ofrezca una base sólida para proteger los datos de los pacientes, incentivar la inversión de las empresas y fomentar la innovación de manera segura”, advierte Gabriel O’Shea Cuevas, ex Titular de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud y una de las voces expertas del informe. “La transformación digital ya no es una opción, es una necesidad”.

El nuevo contrato social entre empresas y talento

Los hallazgos presentados no describen una tendencia pasajera, sino un cambio fundamental y permanente en el contrato social entre empleadores y talento. La pandemia actuó como un punto de inflexión, acelerando una evolución en las expectativas de los empleados que ya no tiene marcha atrás.

La brecha de bienestar corporativo es real y está costando a las empresas su activo más preciado. Las organizaciones que continúen viendo el bienestar como un gasto secundario seguirán perdiendo talento valioso. Aquellas que, por el contrario, logren integrar el bienestar como un pilar central de su estrategia de negocio, no solo asegurarán su permanencia y reducirán la rotación, sino que liderarán la nueva era del trabajo, construyendo culturas más resilientes, humanas y, en última instancia, exitosas.

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Fuente: DOC24
Fotos Freepik


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