Sin duda, en tiempos del coronavirus, el mundo se ha paseado por diferentes experiencias, en las que el temor al contagio ha sido el protagonista.  Además de esta epidemia del miedo, el común denominador es que todos los países han declarado cuarentena obligatoria o sugerida a la población

Aunque las medidas han variado, en Latinoamérica se sigue viviendo en “cuarentena”. Si bien las restricciones de movilidad no son las mismas que a principios de la pandemia, en países como México y Estados Unidos, una gran cantidad de personas se mantiene en confinamiento voluntario.  De hecho, a 5 meses de que se decretara la emergencia global, la cuarentena se sigue viendo como un acto de solidaridad.

Quedarse en casa les podría parecer los niños (y a toda la familia) una situación extrema. Sin embargo, más allá de acatar una orden, se trata de una acción de responsabilidad

Bien sabemos que el Coronavirus, se transmite gracias al contacto social, así que, minimizando esa posibilidad, podemos luchar contra su propagación.  

En estos momentos, sabemos que Estados Unidos flexibilizó sus medidas. Sin embargo, muchos continúan trabajando desde el hogar.  El regreso al colegio pareciera estar dividido por zonas. Al Sur de la Florida, donde se concentra buena parte de la población hispana del estado, la opción de volver a clases por internet es un hecho. Situaciones similares se presentan en la mayoría de los países de la región. Así que a todas luces la cuarentena (voluntaria u obligatoria) es una realidad.  

¿CÓMO PODEMOS TRANSFORMAR ESTA EXPERIENCIA EN RESPONSABILIDAD SOCIAL?

Nuestros hijos serán solidarios en la medida en que despertemos en ellos la sensibilidad por lo que le sucede al otro, por las personas y por todos los seres vivos que cohabitamos en el universo.  En estos momentos sin precedentes, el tener que pasar la mayor cantidad de tiempo en casa, es una ocasión propicia para hablar sobre la solidaridad.

Como parte de tus actividades diarias, trata de tener espacio para conversar en familia sobre la importancia de ayudar a otros. El simple hecho de minimizar las salidas, es un ejemplo de cómo podemos ser solidarios con nuestros familiares, vecinos, amigos e incluso con los profesionales de la salud, que luchan todos los días por atender a los pacientes hasta que se «aplane la curva» 

Pero hay mucho más que puedes hacer desde el hogar:

¿CÓMO AYUDAR?

Quedarnos confinados en la medida de lo posible, es el paso más importante para ayudar en esta crisis. Sin embargo, hay otras iniciativas en las que se puede participar.  A continuación, algunos ejemplos para que los compartas con tu familia, involucra a los niños.

1.- Seguramente, conoces a tus vecinos. Si hay alguna pareja de abuelos o alguna señora que no esté en condiciones de salir, OFRECE TU AYUDA, siguiendo las recomendaciones de prevención necesarias. 

2.- ¿Cómo está tu familia? Comunícate con frecuencia con los abuelos, tíos, primos. Crea un vínculo rutinario, para hacer videollamadas y que todos sepan que estás allí.  No hables del «problema». Cuenten chistes, describan las rutinas divertidas y transmitan OPTIMISMO Y ALEGRÍA. 

3.- Ahora que ya comenzaron las clases, crea un chat de ayuda con el tema de las «tareas o responsabilidades escolares”. No intuyas que todos tienen el mismo acceso o conocimiento de la tecnología que tú.  Juntos pueden resolver más. Así también invitas a tus hijos a que trabajen en equipo con sus compañeros.  

4.- Visita virtualmente a tus amigos. No los olvides. Todos están en una situación parecida y ver o escuchar, a través del teléfono a una persona que queremos, siempre ayuda a levantar el ánimo.  Por algo las videoconferencias de Zoom o en otras plataformas se volvieron tendencia durante estos meses.

5.- Si está en tus posibilidades, ofrece donaciones. Ofrece alimentos o medicinas.  También puedes visitar plataformas como Go FundMe, e incluso Instagram, que tienen diferentes campañas, invitando a la solidaridad en estos momentos.

6.- Replica las buenas iniciativas. Hay ejemplos de como el sector privado ha brindado su ayuda en medio de la emergencia sanitaria. De hecho según un estudio, realizado en España, del total de acciones de acompañamiento el 69% corresponden a empresas y el 28% a las ONG. Además, el 54% realiza donaciones y un 8% modificó su producción para dar respuesta a las nuevas necesidades.

Definitivamente, la solidaridad es un valor que nace en los sentimientos, en las emociones, de ahí lo importante de entregarlo a nuestros hijos desde lo mas profundo, con pasión y afecto. Ser solidarios con otros nos llena de satisfacción pues la alegría de los demás enriquece el alma. 

Con solidaridad, optimismo y entrega, entre todos superaremos de la mejor manera posible el ajetreo causado por esta pandemia.


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