Joyería Victoriana

La época victoriana fue una de las más ostentosas dentro de la historia. La época del romance, de los bailes de salón, vestidos largos y ornamentados, pelucas voluptuosas y por supuesto, joyas.  La joyería victoriana estaba repleta de perlas y piedras preciosas, toda dama respetable de la alta sociedad debía tener una amplia colección de ellas o al menos una para cada ocasión, pero… ¿qué pasa con la joyería para entierros? También existe una bastante peculiar y muy bien recodada: la joyería con cabello.

Siempre presentes en los pensamientos y en el cabello

El cabello es nuestro “recurso orgánico” más delicado, pero más duradero. Digo yo, que por supuesto era mejor y más higiénico que guardar uñas o dientes, pero eso no lo hace más raro.

Joyería Victoriana

Cuando la persona cercana se iba, ya sea física o espiritualmente, se comenzó a popularizar esta acción para tenerlos cerca. Cuando el portador o portadora del cabello extrañaba a quién se fue sólo tenía que ver ese trozo de su cuerpo para sentirlo más cerca y evocar momentos de felicidad sobre la persona.

La joyería de luto

Ya que la joyería es algo muy llamativo era considerado una falta de espeto llevarlas en el luto, por lo cual las mujeres solo vestían de negro y sin más adorno que sus penas. Poco a poco la joyería de Ónix, negra y poco llamativa fue utilizada para este fin.

Joyería Victoriana

Las guirnaldas de los muertos

Antes del Ónix, los familiares de los muertos tejían las coronas de flores entretejidas con el cabello del difunto. Eso no para ahí, la reina Victoria es famosa por mantener un luto de 40 años y llevar un relicario en el cuello que contenía cabello de su difunto esposo. Como ella, muchos le imitaron en su tiempo.

¿Serías capaz de llevar la joyería victoriana para mantener cerca a los seres queridos que partieron?

Las clutch: mucho más que una cartera


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