Longchamp disfruta contar historias hermosas… Érase una vez el Longchamp Madeleine, un bolso con una elegancia única y, ante todo, cómplice de una mujer decididamente moderna…
Y es la verdad, porque es el compañero ideal de una parisina con cierta predilección por los gustos eclécticos: el Madeline de Longchamp.
Ahora, la directora creativa de la firma, Sophie Delafontaine, decidió tomar esta pieza para evocar en su última colección la Madeleine, el emblemático barrio del distrito 8 de París, con sus teatros y sus elegantes brasseries, que vio nacer la primera boutique Longchamp en la rue Saint-Honoré hace casi treinta años. El Longchamp Madeleine es un bolso tan bonito como delicadamente retro, muy femenino, con un diseño depurado y gráfico, trabajado según el savoir-faire de Longchamp en una maravillosa piel de becerro flexible y suave.
Este bolso de mano cuenta con detalles refinados: bordes de corte limpio, pespuntes de estilo vanguardista sobre piel y una gran solapa en la que destaca el emblemático cierre Roseau como toque distintivo. Nos encanta también por su organización interior bien pensada y su gama de colores atemporales, que nos permite escoger entre un negro sublime, un caqui cautivador, un amatista voluptuoso, o un rojo ladrillo muy cálido.
Cortesía Longchamp.
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