La candidiasis es una infección fúngica causada por el crecimiento excesivo de un tipo de levadura llamada Cándida. Puede afectar diversas partes del cuerpo, como la boca, la garganta, la piel, los genitales y otros órganos.

Los síntomas varían según la ubicación de la infección, pero pueden incluir irritación, picazón y secreciones anormales. Si sospechas que podrías tener candidiasis, es recomendable consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico preciso y tratamiento adecuado.

Candidiasis, ¿qué lo genera? 

Suele ser causada por un desequilibrio en el ambiente natural del cuerpo, lo que permite que la levadura Cándida se multiplique de manera excesiva. Algunos factores que pueden contribuir a este desequilibrio incluyen:

  • Uso de antibióticos: Pueden afectar la flora bacteriana normal, permitiendo que la Cándida crezca sin control.
  • Sistema inmunológico debilitado: Enfermedades o medicamentos que afectan el sistema inmunológico pueden aumentar el riesgo.
  • Diabetes: El aumento de los niveles de azúcar en la sangre proporciona un entorno propicio para el crecimiento de la levadura.
  • Embarazo: Los cambios hormonales pueden favorecer el desarrollo de la candidiasis.
  • Uso prolongado de corticosteroides: Puede alterar el equilibrio normal del cuerpo.
  • Estrés: Situaciones estresantes pueden afectar el sistema inmunológico y favorecer el crecimiento de Cándida.
Candidiasis, la higiene es importante.  Foto cottonbro studio Pexels

Candidiasis, la higiene es importante. Foto cottonbro studio Pexels

Esto es lo que debes evitar 

Si tienes presencia de candidiasis, es recomendable evitar o limitar ciertos factores que podrían contribuir al crecimiento de la levadura Cándida. Aquí hay algunas pautas generales:

  • Azúcares y carbohidratos refinados: La Cándida se alimenta de azúcares, por lo que reducir el consumo de azúcares y carbohidratos refinados puede ayudar a controlar su crecimiento.
  • Alcohol: El alcohol puede fomentar el crecimiento de levaduras, por lo que es aconsejable limitar o evitar su consumo.
  • Alimentos fermentados: Aunque los probióticos son beneficiosos, algunos alimentos fermentados pueden exacerbar la candidiasis en ciertos casos. Consulta con un profesional de la salud para obtener recomendaciones específicas.
  • Productos lácteos: En algunos casos, reducir los productos lácteos puede ser beneficioso, ya que la lactosa (azúcar de la leche) puede contribuir al crecimiento de Cándida en algunas personas.
  • Alimentos con levadura: Evitar o reducir el consumo de alimentos que contengan levadura, como pan y productos horneados, puede ser útil.
  • Antibióticos innecesarios: Utilizar antibióticos solo cuando sea absolutamente necesario, ya que pueden afectar la flora bacteriana normal y contribuir al crecimiento de Cándida.
  • Ropa ajustada y telas sintéticas: Opta por ropa holgada y de tejidos naturales para evitar la retención de humedad, que favorece el crecimiento de hongos.

¿Ya sabes cómo se puede controlar ?

Si padeces de candidiasis, esta info tienes que tenerla presente. Para controlarla, considera las siguientes medidas:

  • Antifúngicos: Los medicamentos antifúngicos, ya sea tópicos o sistémicos, son comúnmente recetados para tratar la infección.
  • Higiene adecuada: Mantén una buena higiene personal, especialmente en áreas propensas a infecciones por hongos. Seca bien las áreas húmedas después del baño.
  • Control de la glucosa: En caso de diabetes, mantener niveles de glucosa en sangre dentro de los rangos recomendados puede ayudar a prevenir el crecimiento excesivo de Candida.
  • Evitar irritantes: Reduce el uso de productos que puedan irritar la piel o las mucosas, como jabones fuertes o aerosoles femeninos.
  • Probióticos: Estos pueden ayudar a restaurar el equilibrio de las bacterias beneficiosas en el cuerpo, especialmente después de tomar antibióticos.
  • Dieta equilibrada: Una alimentación saludable, baja en azúcares y carbohidratos refinados, puede ayudar a controlar el crecimiento de Cándida.
  • Control del estrés: Prácticas como el ejercicio regular y técnicas de manejo del estrés pueden fortalecer el sistema inmunológico.

Recuerda, es esencial consultar con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado.

Foto principal cottonbro studio Pexels 


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