La limpieza mental se refiere al proceso de sanear la mente de pensamientos que no son positivos y que bloquean el crecimiento personal. Esto incluye pensamientos de autocrítica, de duda y de miedo, por nombrar algunos.
Este tratamiento de bienestar elimina todo tipo de pensamientos para poder tener mayor energía y potencial. Pero lo verdaderamente complejo es bloquear tu mente y disponerla para pensamientos productivos. ¿Cómo hacerlo? mediante estas 5 herramientas de limpieza mental.
Pasos para una limpieza mental radical
1. Declaración de afirmaciones. Consiste en repetir frases positivas y en primera persona con la intención de cambiar la actitud y la autoestima. Se emplean términos como «yo soy», «yo tengo» y «yo puedo».
Para realizar las afirmaciones, tienes que sentarse en un lugar tranquilo y seleccionar el pensamiento que quieres cambiar: «no puedo hacerlo», por, «yo soy capaz de lograrlo».
Una vez lo escribas, léelo en voz alta y visualiza la frase. Se hace todo esto con un sentimiento de calma y de confianza en tí misma. Esta práctica debes hacerla todos los días y los resultados pueden verse en poco tiempo.
2. La escritura de un diario. Solo debes tomar unos minutos al final del día y expresar todas las ideas y pensamientos que has tenido. Todo debe escribirse sin miedo ni dudas, de manera sincera y libre.
El diario debe ser un lugar donde uno exprese todos los sentimientos. Ojo: no le des la vuelta a la página, si no se ha dicho todo, la idea es no guardarse nada.
Así, se libera la mente de preocupaciones y se puede tener una mayor calidad de sueño. Hay muchos formatos en que se puede escribir el diario. La mayoría de las personas prefieren escribir lo que le pasó ese día, lo que sienten y otras escriben las cosas en las que han estado pensando durante el día.
3. Visualización. Consiste en imaginar un escenario, una escena o una imagen mental, que puede ser real o irreal. Debes concentrarte en ello, ponerle detalles y experimentar los sentimientos relacionados con la escena. Puedes visualizarlo en cualquier lugar, en cualquier momento y sin cerrar los ojos.
Se recomienda escoger una situación o lugar que te haga sentir bien. Una vez que lo hayas seleccionado, debes escoger una escena que quieras visualizar. Luego, concéntrate en esa imagen, con los ojos abiertos o cerrados. Ahora piensa en los detalles de la escena y experimenta la sensación física y emocional que implica.
Luego, debes relajarte y respirar lentamente. Concéntrate solo en la escena y visualiza lo que ves, lo que se oye y lo que se siente. Si un pensamiento te distrae, debes permitir que pase y luego volver a la escena.
Se puede usar la visualización como una manera de alcanzar metas, como perder peso o mejorar un deporte.
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