Conocí a Ludovica por casualidad. Fue en una reunión con amigas que nos juntábamos a tomar martinis y tejer cuando una de ellas habló de un libro buenísimo sobre horóscopo chino. Quedamos de leerlo en la siguiente reunión y lo demás fue risas, interpretaciones y predicciones junto con una autora argentina que parecía saber mucho del tema: Ludovica Squirru.

Ludovica básicamente tiene toda la vida dedicándose al estudio de lo llamado esotérico, ya que tiene una sensibilidad que viene de fábrica, ya que su padre sabía de la cultura china y siempre le enseñó, además de ser una niña sensible. Pero estudia y mucho, observa, aprende. Ha estudiado astrología Dharma, i Ching, astrología maya y filosofía oriental. Desde 1982 ha publicado libros sobre horóscopo chino y por eso y más, puedo decir que es una de las personas que más sabe del tema, al menos de habla hispana.

La astrología china es más preventiva que predictiva. Si vos te conocés podés mejorar y gradúas tu energía te va mucho mejor. A veces es un aprendizaje de toda una vida.

Así que platicamos del año del conejo, de su libro al respecto, entre anécdotas y consultas personales y esto es lo que sucedió.

Cris: Por lo que he leído en tu libro, a México no le va a ir tan mal en el año del conejo…

Ludovica: De hecho le va a ir muy bien a México en todo sentido porque es Caballo de Metal (su fecha de independencia). El caballo estuvo muy muy mal en los últimos tres años, con muchísimos problemas, como todo el mundo pero quizá lo que fue más acentuado fueron los cambios sistémicos que se produjeron con la pandemia. La desocupación, la salud, la parte política, la seguridad, como en toda Latinoamérica, pero va a remontar porque va a volver a sus tradiciones, a sus orígenes. Hoy veía cómo encontraron en Chichén Itzá otro lugar sagrado de un emperador maya y mucha gente queremos conectarnos con esa cultura tan sagrada, tan evolucionada en la economía y la astrología. Yo los he estudiado mucho y me parece que es hora de encontrarse los mundos, no de disociarse.

Este es un momento bisagra de la humanidad, donde todas las grandes profecías son convergentes, coincidimos que es el fin de una civilización y el comienzo de otra.

No hemos aprendido nada como humanidad y estamos retrocediendo, sobre todo en la conexión que debemos tener entre nosotros. Los animales se entienden mejor que los humanos. Acá hay una guerra de poder, el que puede pisar la cabeza del otro es el que gana. Donde la pandemia sacó las miserias humanas y poca gente pudo mostrar su verdadero espíritu solidario. La manera en que puedes ayudar a otros, al menos acompañándolos, hay mucha gente que quedó psicológicamente tocada, ahora hay que poner atención en la salud mental y emocional.

Ludovica Squirru año del conejo

Hay muchas cosas que atender en esta época, en el año del conejo

Al conejo le gusta mucho la armonía, el equilibrio, la paz. Es un signo muy armónico que trata siempre de congeniar con todo el zodiaco. Es muy diplomático pero también le gusta mucho la justicia, que de verdad las cosas se ordenen.

De dónde venimos, nos cuenta Ludovica Squirru

Venimos de un año caótico, el tigre. Ha sido un tiempo crucial para la humanidad, desde la invasión de Rusia a Ucrania, todos los desastres de guerra que siguen en Medio Oriente y las tragedias de los terremotos. La humanidad no aprende de las experiencias más trágicas y en el camino queda mucha gente.

Me parece que el conejo va a tratar de reencontrarnos. Primero una cita con una misma, por eso me inspiré en Alicia en el País de las Maravillas en este libro, al recordar mi infancia y agradeciéndola.

Me centro en las niñas y niños porque me doy cuenta que hay dos generaciones de chicos que están a la deriva porque les tocó la prepandemia, les toca un mundo socioeconómico muy complicado para que los padres los críen. Están desconectados afectivamente, nacen ancianos, no florecen, todo es sobrevivir. Infancia es momento de florecimiento para desarrollarte.

Para mí hacer este libro es un homenaje para los niños. Convoqué a un psicólogo infantil, Esteban Villareal, con el que presentamos el libro en Miami. Es especialista en infancia y armamos los arquetipos de los niños porque cuando se es chico tienes las cosas más marcadas y cuando sos adulto se van modificando, transformando, vas dejando cosas en el camino. O los mandatos que te condicionan. Este homenaje a la niñez también sirve mucho a los psicólogos, padres y madres para entenderlos porque hoy en día un chico quiere decir algo y lo censuran porque no hay esa mesa, diálogo que había antes. También es un homenaje para el niño o niña que llevamos dentro.

C: Cada quien sabe qué signo chino es, ¡y en el libro los vemos y ya viene el mío!

L: No lo busques tanto porque en tu propio año hay crisis. Es una oportunidad para el cambio, según cómo vos sos y estés te va a favorecer o no. Pero en realidad para los chinos tu año es el “peaje” que uno va a pagar por lo que no has cumplido, desarrollado o cerrado bien, eso va para los conejos en este año.

Si creen, uy, es mi año, voy a encontrarme a Brad Pitt en Cancún soltero, no. Son años en los que uno a veces tiene que dejar sin deudas el karma y si lo hacés, vas a tener un año genial.

La maravilla de los chinos es que son cocreadores no es que lo tenemos escrito. Uno pertenece a un signo y a esa energía pero vos tenés que mejorarla, tenés que hacer de tu vida una oportunidad con el libre albedrío.

Es muy bueno que uno tenga la posibilidad de autorregularse para poder desarrollar tus virtudes que son muchas.

En ese sentido es interesante que la gente sepa, repito, que el conejo es un tiempo bisagra: entre algo que muere y otra parte que va naciendo. En todos los sentidos, de desarrollo, cultura, forma de producir cosas, la gente tiene que volver a la tierra, cultivar.

Disfrutar de lo que hay y tener consciencia de que todo termina, como el agua que no es infinita, es el petróleo del futuro. La guerra por el agua podría venir. Tenemos que enfocarnos en que haya mejor distribución sin despilfarrarla o malgastarla. El conejo va a venir a balancear todo esto, va a marcar los excesos para poder disminuirlos, lo que hay que crecer.

El conejo va a traer más paz y armonía y a concentrarnos en nuestras deudas, vernos a un espejo. Cuando te ves a ti mismo, empiezas a mejorar.

Va a haber mucha gente unida para el arte, para la ecología, para ayudar al cambio climático y a los emigrantes. Empezar a pedir que en cada país nuestro haya mejores gobiernos para que la gente no tenga que salir.

C: Ahora, tomando tu libro como apoyo para encontrarnos, ¿cómo podemos utilizar la energía de este año para saldar nuestras deudas?, ¡claro, pensando en mi año que ya viene!

L: ¡Claro, vas a sobrevolar la vía láctea con toda esta información!

C: ¿Cómo podemos utilizarlo para observar las niñas o niños que éramos? Me pareció muy conmovedora esta parte del arquetipo de cada una de nosotras. Al ver esta niña, reconocerla y a lo mejor utilizarla como apoyo, ¿cómo podemos utilizarlo?

L: Cada lector es un misterio y un universo. Por eso es lindo cuando escribís un libro porque no sabes lo que le pasa al lector, pero ya lo que me devuelven es muy lindo. ¿Qué queda de esa niña dragón o el signo que seas que has revalorizado y has aprendido en situaciones o excesos tuyos? El libro es un poco eso, de auto ayuda si querés. Porque sólo leyéndolo vos podés hacerte un viaje a tu propia vida, a tu pasado, a tu consciencia y hacer el balance. Escribir un libro es como aventar una botella en el mar, pero hay una intención en el libro que es justamente recrear la infancia que a veces uno, por como viene la vida, porque maduramos, lo dejamos. Yo recreé de manera muy agradecida la mía que también tiene partes muy negativas (lo cuenta en el libro).

Me parece que la vida es ensayo, equivocación, pero al mismo tiempo es cómo somos autodidactas. Tenemos que pasar por cada experiencia para quemarnos en ella y decir: de esta agua no beber o si me toca de nuevo, algo aprendí, tengo un matafuegos cerca.

En el fondo venimos sin nada y nos vamos sin nada, así que hay que disfrutar. El intercambio humano es importante, es lo que más me interesa, a gente. Lo que me queda son los amigos y amigas en cada lugar, la alegría de volver a verlos.

El libro es también un poco el entusiasmo que yo trato de poner en la gente que noto quedó muy desconcertada, porque la pandemia no sólo quitó vidas, quitó trabajos, afectos, relaciones importantes y hay un vacío donde hay gente que no se encuentra. 

Y el vacío es genial, cuando te vacías, podés volver a recibir algo. Me parece muy importante esta época porque hay que sacar el spam, estamos muy llenos de spam, de hábitos y modales que ya no van.

Y hablando del amor, esto viene en el año del Conejo:

C: Hablando de amor de pareja, no sé si creer tanto en la compatibilidad

L: Yo creo al revés. Hoy en día, con la cantidad de mujeres solas y hombres solos, porque la soledad etimológicamente quiere decir “el sol dentro de una”, es linda la soledad. Si vos no sabés convivir con vos misma, no vas a poder encontrar a nadie en tu vida. Tenés que andar de idilio con vos misma. Tenés que estar muy contenta con quién sos, qué hacés y qué te pasa, y no pensar que el otro va a llenar algo que vos no sos porque no pasa. Eso de la media naranja no va conmigo, uno tiene que ser un ser íntegro para encontrar a otro ser íntegro porque si no, estás tapando cosas de tu vida con el otro “que te va a dar”, porque pensamos “el otro me tiene que dar”… y no, por ahí quizá podés recibir o lo inspirás.

Yo le recomiendo a todo mundo primero, que aparezca alguien y después te fijás de qué signo es. No hagan al revés. Primero, dejá que entre el amor a tu vida, seguramente si te pasa algo con esa persona te vas a llevar bien.

C: ¡Claro!, porque me ha pasado que en el papel alguien es súper compatible pero en la cotidianidad… ¡nomás no!

L: ¡Es que también está el ascendente, no solamente en el año chino, es el ascendente, la energía, el elemento. Quien hace unas cartas natales chinas extraordinarias es Cristina Alvarado, colaboradora también de este libro.

Ser muy exigente no es bueno porque tampoco somos perfectas. Hay que reír de nuestras imperfecciones. Hay que aceptar al otro como es. 

Hay mucha gente que está sola y merece encontrarse y creo que el conejo va a ayudar. Va a haber muchos dates. La gente va a empezar a salir, a reunirse y habrá más encuentros románticos. 

C: Muchas gracias, Ludovica, ¡creo que este será un gran año!


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