La mantequilla de ajo es una preparación sencilla y básica para hacer pan con ajo o papas al horno, pero también para preparar otros platillos. Es perfecta para bañar un pollo (u otra ave comestible) que va al horno y es excelente para freír verduras y otorgarle un sabor distinto. Ahora, ¿y si en vez de hacer una aburrida mantequilla con ajo hacemos una mantequilla de ajo premium? Que el nombre no te asuste, ya que no es tan complicada como suena y solo deberás agregar un par de ingredientes para darle un giro distinto a la receta clásica.
¿Comenzamos?
Tan sólo necesitarás…
- Un recipiente hermético para guardarla
- Mantequilla, suficiente cantidad para llenar el recipiente sin desbordarlo
- Un recipiente resistente al calor para derretirla
- Ajo al gusto
- 1 puñado de cebollín
- ½ Cebolla
¡Vamos a prepararlo!
Primero lava todos los ingredientes y utensilios. Asegúrate que tanto el recipiente para guardarlo como el resistente al calor estén completamente secos antes de usar.
Toma el ajo y pela los que necesites, córtalo en trozos muy pequeños (sí, sabemos que este paso es tedioso) y reserva. Toma el cebollín y corta en trozos tan pequeños como desees hasta tener al menos un puñado y reserva. Toma la cebolla y córtala en trozos para nuevamente reservar.
Foto de Madeleine Rosas
En el recipiente resistente al calor coloca la mantequilla y sobre esta el ajo troceado, la cebolla, el cebollín (si lo deseas puedes agregar un poco de perejil) y lleva al horno o microondas a temperatura baja. La mantequilla suele derretirse muy rápido, por lo que deberás estar muy al pendiente para que no hierva mucho y estará lista.
Remueve un poco antes de enviarla al recipiente hermético y espera hasta que se encuentre a temperatura ambiente para guardarla en frío. Pasado un tiempo, tu mantequilla estará solidificada y lista para usarse en la preparación que desees.
¿Qué opinas de esta receta? Al ser tan clásica pero tan sencilla, de seguro no tardarás en recrear nuestra mantequilla de ajo premium.
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