Marie Kondo se rinde y nos libera del estrés del orden. Sí, la gurú japonesa del «orden y la organización», quien ha sido la referencia de cada objeto «feliz y útil» que habita en nuestras casas, por quien empezamos a depurar closets y a doblar con perfección pantalones y hasta calzones, y quien nos dio la idea de tener alacenas espectaculares con cada frasco etiquetado… Marie Kondo nos confiesa que cambia de filosofía, pues resulta imposible mantener la casa en orden con tres hijos.

Yo confieso que leer la noticia no solo me dio paz mental, pero una voz interna me dijo firmemente: «lo sabía». Y es que una cosa es la teoría de lo que quieran y otra cosa muy distinta es la práctica: ese momento en el que ponemos a prueba la complejidad de lo que sea que queremos intentar.

Y es que sin duda alguna, vivir con y en orden, es otro nivel de habitar y disfrutar nuestros espacios. El tema es que me encanta reconocer que en la búsqueda de ese disfrute y felicidad de tenerlo todo impecable, caemos en el caos personal y en la infelicidad de no lograrlo.

Para mí con cuatro hijos -y sin competir con nadie- me es, literalmente imposible mantener un orden mediano en mi casa, ya no digamos perfecto. Y esto es porque la realidad y el ritmo de la vida cotidiana jamás se van a parecer a lo que uno desea. Aquí aplica al cien comparar la expectativa contra la realidad. Y no dudo que para algunas personas (las menos) vivir con todo limpio y en su lugar sea muy posible, pero para la mayoría no lo es por diversas razones: tenemos hijos; no tenemos hijos pero tenemos mascotas; tenemos cualquiera de los anteriores o ninguno pero tenemos trabajo; o nos hace falta tiempo; o vivimos con mas personas compartiendo costumbres y lugar físico; o no tenemos ayuda en casa o no sabemos o no queremos ordenar, o no podemos mantener el orden de manera permanente. Y es que también, en la vida real, una cosa es la foto del precioso espacio para redes sociales y otra, el lugar en el que habitas, comes, duermes, estudias, juegas, trabajas, etc., un lugar habitado que refleja la vida.

En casa tenemos un letrero en madera en la entrada que dice en inglés: «Sorry about the mess, buy we live here» / disculpen el desorden, pero es que aquí vivimos.

La mayor parte del tiempo, muchos tenemos las manos llenas (literalmente o en sentido figurado) con cosas y actividades; las prioridades de nuestra vida cambian constantemente y el orden de las cosas no es siempre el número uno, pero al no cumplirlo sí nos puede generar estrés; sobre todo en estos tiempos en los que aparentar se lleva gran parte de nuestra energía.

La filofía de Marie Kondo ha cambiado desde que escribió su primer libro «La Magia del Orden», a hoy que es mamás de tres. Su nueva filosofía es todavía mas inspiradora y realista:

“El verdadero propósito de ordenar no es reducir tus posesiones o despejar tu espacio. El objetivo final es despertar la alegría todos los días y llevar una vida feliz. Ordenar significa ocuparse de todas las cosas de tu vida”.

Marie Kondo ha pasado de su método KonMari al que comparte en su nuevo libro «El Método Kurashi: cómo organizar tu espacio para crear tu estilo de vida ideal», en el que motiva a sus lectores a crear su propio ritmo y sus propias rutinas, en base a lo que les hace felices.

Menos es más, y sí, confirmo que menos juguetes, menos ropa, menos objetos personales representan menos que limpiar y menos que ordenar; pero el minimalismo no es garantía de felicidad ni de tranquilidad si lo que te causa estrés es precisamente el mantener el orden.

Todo pasa y hay días y días, y algunos estaremos felices de tener ese espacio agradable y lindo y ordenado de «revista», pero otros no; y está bien. Imaginen que, «como soy la mamá del año», a mis hijos les he dicho muchas veces: » dejen tan limpio y ordenado como si nadie viviera aquí» y esto puede sonar chistoso, pero en realidad es triste. La vida cambia el orden de las cosas, somos los humanos quienes creamos y determinamos su lugar, y tenemos tanta capacidad de hacer cosas diferentes que, acomodarlo todo por tamaños, formas y colores no siempre es posible.

Así que, en nombre de Marie Kondo la exreina del orden, «yo te libero a ti, y a ti, y a ti también de mantenerlo todo en su lugar; mejor enfócate en disfrutar de lo que toca vivir y aprecia el momento y toma todo lo que te sume; lo que te parezca útil para tu estilo de vida y descarta lo que te causa estrés. No te estoy diciendo que hagas lo que te dé la gana, el orden si da paz, tranquilidad y hasta facilita el bienestar, la creatividad y la inspiración, pero que no se vuelva ni una carga, ni una obsesión. Ahora sí que, «relájate y disfruta» porque ya lo dijo la misma Kondo:

 “Cuando ponemos nuestro hogar en orden, esto cambia nuestras vidas. Para muchos, el cambio es dramático. Pero aún cuando el cambio no sea dramático, es maravilloso aprender a saborear cada momento de nuestras vidas”.

-Marie Kondo-

Si quieres leer una anti tesis de la Magia del Orden, puedes checar «El Arte de Ser un Desmadre» de Jennifer MCCartney, de editorial Planeta que apuesta por respirar y hacer desparecer tu lista de pendientes y sumarte a la causa del caos, es hora de recuperar tu vida.

Yo me declaro una madre desordenada pero feliz. Fin.Un abrazo desde mi desorden personal,

Karla Lara

@karlamamadecuatro

Imagen de Netflix.


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