masoterapia

La masoterapia abarca las técnicas de amasar, presionar y manipular la piel. El arte de dar masajes, si bien anteriormente sólo estaban disponibles en spas, ahora es posible encontrarlo en diversos lugares como aeropuertos, hoteles e incluso servicio a domicilio. Los masajes están vinculados con la relajación y el consentir nuestra piel pero realmente tiene otros beneficios a nivel de salud.

masoterapia

Photo by Raphael Lovaski on Unsplash

¿Para qué me va a servir?

La Función principal de los masajes es disminuir o impedir lesiones en los músculos, además de eliminar la tensión acumulada a causa del estrés cotidiano. Existen diversos tipos de masajes como los deportivos que ayudan específicamente a los atletas, los estéticos, que como su nombre lo indica es el utilizado en spas o el circulatorio que activa la circulación sanguínea para quienes sufren de ello.

Quién puede realizarlo

Es recomendable consultar a un médico antes de probar con la masoterapia ya que ésta no es recomendable para cierto tipo de condiciones. La osteoporosis, Quemaduras graves o en proceso de curación, fracturas en los huesos e incluso si padeces de trastornos de sangrados deberías alejarte de esta opción ya que acarrearía riesgos graves para tu salud.

Beneficios: más de los que crees

Más allá de sentir un alivio, la masoterapia puede ayudarte no sólo para disminuir el estrés que se acumula en el cuerpo, sino también para tratar problemas de salud más graves. Algunos de sus beneficios son los siguientes:

  • Elimina el dolor, tensión e inflamación de los músculos
  • Reduce la ansiedad
  • Ayuda a tratar el insomnio
  • Distensiones o lesiones de tejidos blandos
  • Dolor en el cuello y espalda
  • Mejora la función inmunológica
  • Mejora el estado de alerta
  • Mejora la circulación
  • Disminuye el ritmo cardíaco y la presión arterial
  • Algunas precauciones previas

En ningún momento la masoterapia debe sentirse mal o incómoda. Si tienes algún tipo de dolor debes hablar con el masajista ya que es una actividad que relaja y no es normal sentir ningún tipo de dolor. Debe haber muy buena comunicación entre el masajista y tú, si no te gusta el ritmo o te parece que ejerce mucha presión debes notificarlo. Un buen masajista requiere certificado y experiencia, no dudes en preguntarle ambas, así te aseguras que estás en buenas manos.


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