En 1918, la coleccionista de arte Katherine Dreier viajó a Buenos Aires. Recién llegada a la capital argentina, la viajera estadounidense descubrió que el hotel que tenía reservado –el Plaza, uno de los más lujosos de Sudamérica–, no aceptaba entre sus huéspedes a “mujeres solas”, por más “respetables” que fueran. Así, quien fuera la mecenas de Marcel Duchamp, tuvo que hospedarse en otro lugar, un hotelito céntrico en el que su sexo (y falta de compañía masculina) no fuera un problema.

Por: Milgros Belgrano

Un siglo más tarde, la situación ha cambiado… afortunadamente. Hoy ningún crucero u hotel se negaría a hospedar a una mujer sola. De hecho, estadísticas como las del sitio web The Art of Travel afirman que, del total de pasajeros que anualmente deciden vacacionar sin compañía, un 73% corresponde a las mujeres que, cuando no encontramos con quién viajar, preferimos lanzarnos a la aventura en solitario en lugar de quedarnos en casa.

La industria turística calcula que la mitad de los pasajeros que circulan por el mundo corresponde al mal llamado “sexo débil”. Representamos mayoría (75%) a la hora de decidir la compra de unos boletos o la reserva de un hotel, y somos también las que más dinero movemos en este merca- do: 125 mil millones de dólares en 2016.

Seguramente ya has viajado sola en alguna ocasión… De no ser así, te contamos sus ventajas y te compartimos una miniguía a fin de que le saques provecho a los recursos móviles disponibles hoy en la web para las viajeras del siglo 21.

En grupo a Nueva York

Las encuestas afirman que la mayoría de las mujeres que viaja solas son divorciadas o viudas. De hecho, la autora del blog Solo Traveler, Janice Waugh, cuenta que decidió hacer sus periplos sin compañía cuando enviudó y sus hijos abandonaron el nido, lo que ocurrió casi al mismo tiempo.

En general, estas trotamundos gozan de una posición económica más sólida que la de una Millennial, por ejemplo, que suele viajar con una amiga o en pareja. Pero no hay nada escrito en piedra en este tema y muchas, sin importar su edad, prefieren pagar un poco más y anotarse en viajes en grupo solo para mujeres, generalmente a Nueva York.

Gracias a series de TV como Sex & The City o Girls, Manhattan encarna, en el imaginario social, una metrópoli que empodera a las mujeres. De allí que de las empresas que organizan viajes femeninos en grupo, las dos más importantes tengan a Nueva York como su punta de lanza. Es el caso de Chicas en New York, un sitio web regenteado por la argentina Andy Clar, que empezó organizando viajes personalizados a la Gran Manzana entre amigas y que hoy ya es una megaempresa, con programa de TV propio y excursiones a otros destinos como Cuba y Tokio. La otra iniciativa neoyorquina es de Bianca Porcar, quien mediante su blog solaennuevayork.com publicita sus servicios de viajes a medida –individuales o en grupo– para mujeres a esa ciudad. Como tantas otras que anualmente peregrinan hacia esta meca de la independencia femenina, en 2009 Bianca acudió a Manhattan en busca de una nueva vida. “Acababa de cumplir 30 años y todo me iba mal. Nueva York era el único sitio donde sabía que iba a encontrar una solución”, cuenta la catalana que en esta ciudad encontró su vocación: “New York Specialist”, como se autodefine.

Un cuarto propio

El lema de Virginia Wolf cobra más sentido cuando se trata de viajar sola. Y a falta de presupuesto para costear un departamento u hotel, cada vez son más las viajeras que optan por rentar una habitación en plataformas como airbnb. Los beneficios de dormir en un departamento o casa ya habitado son muchos: además de ahorrar dinero, se tejen amistades y se conoce mejor el destino. Si hay química, por lo general el o los anfitriones terminan invitando a sus huéspedes a comidas, salidas y otras actividades. Sólo una recomendación si eliges este tipo de alojamiento: asegúrate de escoger a un anfitrión o anfitriona que tenga varias calificaciones positivas –y comprobables– de otros usuarios.

Sanas y salvas

Quienes reivindican las ventajas de viajar en solitario sólo coinciden en una preocupación: la seguridad. Mientras sitios como The Art of Travel recomiendan a las mujeres evitar África y Asia, otros enumeran las virtudes de países asiáticos como Japón y Corea (también se mencionan Bali y China), donde las viajeras no suelen encontrar ningún tipo de amenaza.

Por su parte, la autora de Solo Traveler no elimina destinos de su lista, pero recomienda seguir una serie de pasos –¡sentido común ante todo!– para mantenerse salva y sana en cualquier aventura.

Tal vez la insistencia en vincular feminidad con destinos “seguros” sea un poco sexista; en un viaje, tanto un hombre como una mujer saben –o deberían averiguar– qué zonas es mejor evitar, pero nunca está de más recurrir a una aplicación como Safety Map Worldwide, que permite a los turistas encontrar las rutas más seguras y las áreas “rojas” o con alto índice delictivo.

Al ser una herramienta colaborativa, cada viajero puede compartir datos con sus pares y emitir alertas.

Juntos pero no revueltos

El universo 2.0 puede convertir un viaje en solitario en una excelente oportunidad para hacer amistades, y por qué no, hasta encontrar pareja. Por ejemplo: la aplicación Solo Traveler –que se puede descargar en cualquier smartphone– permite encontrar a otros viajeros que se hallan cerca, cuyos gustos e intereses coinciden con los propios. Asimismo se pueden enviar y recibir mensajes a otros trotamundos y ver una especie de pizarrón con noticias del destino en turno. Mientras esta app permite encontrar a viajeros del sexo masculino también, Tourlina –gratuita para iPhone– sólo conecta a viajeras entre sí.

Viva la espontaneidad

Entre las ventajas de emprender un viaje a solas está la de tomar decisiones “de repente”, sólo porque sí: porque te dieron ganas, porque el boleto u el hotel estaban baratos o porque necesitabas un cambio de escenario ya mismo. Quienes tienen la posibilidad de escapar de la rutina sin planeación previa pueden, desde 2014, recurrir a aplicaciones como HotelTonight, que ofrece ofertas de último minuto –para la misma noche– con descuentos de hasta el 50% en diversos puntos del mundo (funciona en varios destinos de México). Otra opción es la flamante One Night Standard, un concepto similar de la cadena Standard que por ahora sólo ofrece hoteles en algunas ciudades de Estados Unidos.


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