En ocasiones tenemos imprevistos económicos o algunos cambios en la vida que nos llevan
a pensar en el futuro financiero que tenemos o tienen nuestras familias. Los compromisos económicos adquiridos con el paso del tiempo, pueden representar un obstáculo en lo que se normalizan los ingresos y más pensando en uno en específico, el crédito hipotecario.
Para entender la situación hay que preguntarnos, ¿qué pasa si no puedo pagar el financiamiento que saqué para comprar una casa o departamento?
Juan Carlos Cué, Líder legal del broker hipotecario digital Morgana.mx, comentó qué “desde luego hay que tratar de evitar caer en incumplimiento a toda costa. Lo más importante en estas situaciones es prevenir y nunca caer en sobreendeudamiento”.
El abogado comentó algunas alternativas que tienen los usuarios, ante dichas situaciones, “cabe mencionar que la gran mayoría de los contratos prevén una pausa o prórroga para cierto número de pagos, así como seguros de desempleo, entre otras opciones, para evitar caer en default. Siempre que te vayas a atrasar en un pago hay que acercarse al banco que te prestó. Algunas veces puede haber reestructuras del crédito, o incluso un refinanciamiento ya sea con el mismo banco o con otra institución, no olvides que existen en el mercado varios productos para mejorar las condiciones de tu crédito”.
Ahora bien, si no se logra evitar caer en incumplimiento, lo normal es que las instituciones de crédito utilicen despachos de cobranza. Éstos están regulados por disposiciones especiales emitidas por la CONDUSEF mismos que deben acatar al pie de la letra:
De acuerdo con el especialista legal, estos son los requisitos que deben de cumplir estas empresas:
● Identificarse plenamente
● Dirigirse de manera respetuosa
● Comunicarse o presentarse entre las 7 am y hasta las 22 horas (por eso tanta molestia para muchas personas)
● Documentar por escrito el acuerdo de pago
● Utilizar números de teléfono que aparezcan y que posibilite su identificación
● No utilizar nombres o denominaciones que se asemejen a las de instituciones
públicas
● No amenazar, ofender o intimidar al deudor, sus familiares, compañeros de trabajo o
cualquier otra persona que no tenga relación con la deuda
● No realizar gestiones de cobro a terceros, incluidas las referencias personales y
beneficiarios, con excepción de deudores solidarios o avales
● No enviar documentos que aparenten ser escritos judiciales, o se ostente como
representante de algún órgano jurisdiccional o autoridad;
● No establecer registros especiales, distintos a los ya existentes que hagan del
conocimiento del público la negativa de pago
● No recibir por cualquier medio y de manera directa el pago del adeudo
● No realizar las gestiones de cobro, negociación o reestructuración con menores de
edad o adultos mayores, salvo que en el último supuesto se trate de los Deudores
● No realizar gestiones de cobro, negociación o reestructuración, de los créditos, préstamos o financiamientos, en un domicilio, teléfono o correo electrónico distinto al proporcionado por la Entidad Financiera o el Deudor, obligado solidario o aval.
“De no cumplirse lo señalado el usuario puede reportar ante el organismo correspondiente, en este caso la CONDUSEF, quién es la encargada de sancionar a dichos despachos que incumplen la regulación y a las instituciones de crédito contratantes. Solo recuerda, que los excesos o malas prácticas de estas empresas no libera la deuda adquirida por el usuario”, finalizó Cué.
Siempre que se adquiera un crédito hipotecario o de cualquier índole, toma en cuenta los factores que podrían modificar la puntualidad de los pagos, analiza la situación y toma las mejores decisiones, el construir un buen historial crediticio te dará la oportunidad de aumentar tu patrimonio.
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