Pamela Anderson, el símbolo sexual de «Bay Watch», últimamente ha cambiado radicalmente su imagen al presentarse en eventos públicos y en su vida diaria sin maquillaje y a sus 56 años se ha vuelto la reina del no makeup real.

La vida de Pamela Anderson ha tenido cambios importantes a raíz de la publicación de su biografía “Love, Pamela: A Memoir of Prose, Poetry, and Truth” (Amor, Pamela: memorias de prosa, poesía y verdad); y ha decidido dejar el maquillaje en su totalidad, sin darle importancia a esconder los signos de la edad, mostrándose en trajes sastres y camisas simples, sin el glamour de los 90.

Pamela Anderson acostumbrada a las pasarelas y a los reflectores, después de la muerte de su maquillista Alexis Voguel en 2019 por cáncer de mama, decidió no volver a maquillarse: “sin Alexis, era mejor para mí no llevar maquillaje”.

Verla de esa manera y leyendo sus publicaciones en Instagram, el mensaje de Pamela Anderson nos deja tentados a la aventura de encontrar la belleza en la autoaceptación y en el amor propio. En un mundo en donde todo se produce, en donde todo se corrige o se disimula con el maquillaje, ir al natural es un verdadero acto de libertad y de rebeldía.

El mayor evento al que Anderson ha asistido «de cara lavada» fue la Semana de la Moda en París, dónde las cámaras la siguieron sin pausa, parece una exageración asombrarnos tanto porque alguien decide ir sin maquillaje. Asistió a los desfiles de Vivienne Westwood, Victoria Beckham, Isabel Marant y The Row, causando sensación con su look de belleza natural. Ahora, ¡OJO!, no llevar maquillaje no es sinónimo de no cuidarse la piel, su piel luce espectacular y usa skincare de la marca Orveda, firma francesa que basada en la biotecnología su lema es «trabajar con la piel, no contra ella». Pelo secado al aire y apenas algo de mascara en las pestañas.

En palabras de Pamela Anderson para Vogue:

“Es libertad, lisa y llanamente. Y resulta un alivio”. “Una aventura en París con ojos nuevos. La autoaceptación, la imperfección y el amor son bellos».

Importa darnos cuenta «a tiempo» que no solo somos lo que los demás ven o lo que nosotros vemos en nosotros; la imagen que regresa el espejo o la cámara no nos define, por el contrario nos puede limitar. Somos nuestra voz, nuestros pensamientos y emociones, sí, somos todo eso que no sale en las fotos y sabernos cómodos y felices en nuestra piel sin importar nuestra edad; es un regalo.

En nuestra sociedad, en la que parece que todo el mundo persigue la eterna juventud, Anderson recuerda la importancia del bienestar mental, dejar la presión de alterar la apariencia de formas artificiales y preguntarnos seriamente si es más importante sentirnos bien o «parecer joven».

Esta tendencia, la revolución de la belleza natural la veremos mas seguido… ¡benditas sean! Y se suma a los looks del «lujo silencioso», al usar looks más discretos, tal vez hasta monocromáticos sin marcas ni logotipos visibles, donde el famoso «menos es más» se manifiesta y donde los conocedores reconocen la imagen pulida, tanto en el cuidado personal como en el look.

Gracias Pamela por volver a ponernos la barra alta y querer ser como tú, nos abres un universo de posibilidades para sentirnos bien con nosotras mismas a cualquier edad. TE AMAMOS.

Un abrazo,

Karla Lara


Síguenos en redes sociales como @KENArevista: