A la sombra de las murallas del Kremlin, la Semana de la Moda de Moscú ha desplegado un tapiz de moda que ha convertido a la capital rusa en un faro para los diseñadores y estrellas del mundo.

El desfile, que culminó el 8 de marzo, contó con una destacada colección de la diseñadora brasileña Marina Dalgalarrondo y su marca ÃO, ejemplificando el talento del evento para la colaboración internacional.

La célebre actriz italiana, Ornella Muti y su polifacética hija, Naike Rivelli, fueron algunas de las celebridades que evaluaron la moda expuesta.

Por su parte, la actriz turca Gizem Karaca (Safir) y la china Lily Ji (Pacific Rim: Uprising), se encargaron de traer el poder de las estrellas de sus respectivos rincones del mundo.

Un sello distintivo del evento de este año fue la participación sin precedentes de diseñadores de 47 regiones rusas, un escaparate que refleja una diversidad sin precedentes en el panorama de la moda de la nación.

Esta mezcla única de creatividad regional no solo ha atraído a diseñadores de moda del extranjero, sino que también ha atraído constantemente a celebridades famosas a Moscú.

Talentos emergentes en la Semana de la Moda de Moscú

Gapanovich Alexandra

Gapanovich, oriunda de los gélidos climas de Múrmansk, en el norte de Rusia, presentó una colección rica en motivos del norte de Rusia.

La inspiración de esta temporada, las composiciones secretas de la infancia, fue evidente en las ofertas llenas de nostalgia.

Vestidos con mangas abullonadas, faldas cortas con volantes, gorros y estampados florales transportaron a los asistentes al pasado.

Gerda Irene

La diseñadora moscovita Irina Gerda presentó una nueva colección que incluye diseños florales tanto en color como en estampados.

La pasarela floreció con vestidos conscientes del cuerpo y catsuits de estilo vintage, mientras que la transparencia y la malla se burlaron del tejido de la modernidad.

Acentuados con abalorios, bordados y bolsos de seda reciclados, los conjuntos de Gerda defendieron la herencia artesanal.

Maison ESVE

Aspirando a inaugurar un nuevo icono de estilo, Maison Esve presentó a Naike Rivelli, apoyada por su madre, Ornella Muti, en un desfile que resonó con el glamour de los años 80.

Metálicos, catsuits y siluetas audaces culminaron en sofisticados atuendos negros y vestidos bordados adornados con hibiscos.

Los accesorios de la colección, una narrativa de flecos de cuentas y gargantillas de flores, complementaron la bravura en la pasarela.

Yana Besfamilnaya

Desde la ciudad industrial rusa de Perm, los diseños de Yana Besfamilnaya reflejaron el paisaje urbano en constante cambio a través de capas eclécticas y siluetas dinámicas.

Su ensamblaje de conjuntos transparentes, faldas de temática metálica y minifaldas abigarradas, yuxtapuestas con cuero, tejidos y anoraks, tocó la fibra sensible de la modernidad.

Za_Za

La propia Alexandra Koryakina-Nikolaeva de San Petersburgo, a través de Za_Za, narró la evolución de la individualidad en medio de las influencias sociales.

Su colección equilibró hábilmente las flores románticas con el charol liso. Los vestidos largos liberados en tonos apagados estaban animados por voluminosos accesorios florales, señalando el regreso de la primavera.

Las prendas de abrigo texturizadas con mangas acentuadas anunciaron una nueva definición de forma y textura.

Por último, esta edición se posicionó no solo como una exposición de moda, sino como una plataforma dinámica donde la multiplicidad de diseños regionales rusos y tendencias internacionales se encontraron con la celebridad, forjando una fusión de tendencias y talento en el escenario mundial.

Fuente:  Moscow Fashion Week


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