Por: Felipe Navarro**
Desde hace varios años, la obesidad ha dejado de ser solo una preocupación estética y un asunto privado para convertirse en un problema de salud pública, debido, entre otros motivos, al incremento de padecimientos asociados al incremento de peso.
Las cifras reportadas por algunas organizaciones internacionales como la OCDE, han alertado también sobre la creciente prevalencia del sobrepeso y la obesidad en México y sus implicaciones para la salud de millones de personas.
De acuerdo con los resultados de la ENSANUT los estados nutricios de la población se pueden clasificar en 4 categorías: desnutrición, peso adecuado o ideal, pre obesidad o sobrepeso y obesidad en sus varios grados.
La prevalencia de sobrepeso y obesidad en preescolares fue de 16.7%; en escolares, de 26.2%, y en adolescentes, de 30.9%. En adultos la prevalencia de sobrepeso y obesidad fue de 39.7 y 29.9%, respectivamente.
El peso: en aumento
La prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños y adultos mexicanos se ha incrementado de manera alarmante en las últimas dos décadas. Entre 1988 (ENN I)+ 28 y 1999 (ENN II)+ 29, la prevalencia de sobrepeso en niños menores de cinco años usando como referencia la National Center for Health Statistics (NCHS) 30,31 aumento aproximadamente un 27% (de 21.6 a 28.7%).
Para el año de 1988 no se tienen datos nacionales para niños de 5 a 11 años, pero para 1999 la prevalencia de sobrepeso fue de aproximadamente un 25%, usando como referencia la clasificación propuesta por Must, et al.32, o de casi un 20% cuando se usó la clasificación de la International Obesity Task Force (IOTF)33.
Los niños se están volviendo obesos
El motivo es multifactorial, ya que el cambio de hábitos que se vive en esta etapa moderna es más sedentaria, esto implica menos movimiento de los niños y jóvenes, ya no juegan en las calles o parques, ahora todo es en los interiores de las casas o departamentos.
La vida moderna nos ha hecho que hagamos más rápido las cosas como por ejemplo, las comidas casi todas son fast food y sabemos de antemano que no es lo más bueno que se pueda consumir
El tipo de alimentación que ingieren los niños y jóvenes no está supervisada por un adulto lo cual hace que ellos tomen los más fácil y casi todo lo compran dentro o fuera de las escuelas, ya no nos damos el tiempo de hacerles el refrigerio a los hijos, mejor les damos dinero y que compren lo que se les antoje.
La mala alimentación y el sedentarismo son una muy mala combinación. Se debe tener una educación alimenticia por parte de los padres y además incentivar a los hijos a practicar un deporte primero para quemar las calorías ingeridas y también como parte de una disciplina que bien podría ser de por vida
En el sistema Orbera eso es lo que les enseñamos a los pacientes que quieren perder peso y hacer un cambio de hábitos de por vida, debe haber equilibrio entre ingesta y gasto, además determinar cuáles son los disparadores que nos hacen comer compulsivamente. El sistema es apoyado por un equipo de expertos en sobrepeso y obesidad que apoyan y enseñan mejores hábitos y cambio de estilo de vida.
*Felipe Navarro es Coordinador de sistema multidisciplinario Orbera. Facebook: Vivir sin sobrepreso
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