¿Te identificas con “lo hago luego” o “mejor mañana”? Si es así, tiendes a procrastinar, que es dejar para otro día las cosas que sabes que tienes que hacer en el presente.
Todos procrastinamos de vez en cuando, ya sea por pereza o por no tener ganas de hacer una tarea. Según una encuesta, lo hacemos 55.3 días al año, por eso hoy te daré un repaso por las formas más comunes de procrastinar y las maneras de evitarlas.
¿Por qué lo hacemos?
Normalmente dejamos esa tarea que no queremos hacer de lado y elegimos otra más sencilla o que nos guste más, siempre va de mano de la pereza e inapetencia. Pero, ¿por qué sucede esto? Procrastinar forma parte de la condición humana, cuando tenemos que enfrentarnos a una tarea desagradable se produce una guerra silenciosa en el interior de nuestro cerebro.
El sistema límbico (que es la parte del cerebro que incluye el centro de placer) y la corteza prefrontal (que es la zona que se dedica a planificar) compiten por controlar la situación.
Si la corteza prefrontal gana, nos ponemos manos a la obra con la tarea desagradable. Sin embargo, cuando el sistema límbico se impone, postergamos esa tarea y la sustituimos por otra tarea que, aunque no es importante, sí nos genera placer a corto plazo.
Formas de procrastinar y cómo evitarlas, según psicólogos
- “Mejor después”: pospones los pendientes que te desagradan hasta el último momento y te convences a ti misma de que otros son más importantes.
¿Cómo evitarlo? Divide esas tareas difíciles o que no te gustan en unas más pequeñas. Por ejemplo: si debes hacer limpieza del hogar, haz cada día una o dos tareas de manera que una maxi tarea, se conviertan en micro tareas.
- “No me tomará tanto tiempo”: crees que son tareas que harás rápido o que tienes mucho tiempo para hacerlas, pero en realidad no tomas en cuenta la fecha límite.
¿Cómo evitarlo? Organiza tu día con la ayuda de un calendario y por alertas para ajustar tu ritmo de trabajo.
- “No tengo energía para hacerlo”: aplazas tus pendientes hasta que te den ganas de hacerlos y sucede muy seguido.
¿Cómo evitarlo? Busca recompensas o maneras de premiarte cada vez que cumplas con una tarea que no querías hacer.
¿Te identificaste con alguna?
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