Acompañar la comida con vino es algo bastante común, aunque seguramente has escuchado por ahí que esta bebida “sabe mejor” cuando se le mezcla con platillos específicos, lo cual es totalmente cierto: elegir alimentos que armonicen a la perfección con los vinos, cambia la experiencia de su consumo.


Es aquí en donde entra el maridaje, una práctica que abordaremos a continuación junto a unos cuantos consejos que te serán de utilidad si te convences de llevarlo a cabo en algún momento.

Maridaje: la unión entre el vino y la comida


Comencemos por darle un poco de contexto al concepto. La palabra “maridaje” proviene del francés “maridage”, que quiere decir “matrimonio”; se le utiliza para describir las combinaciones ideales de comida y bebida en general, no solo el vino.

Ahora bien, ¿qué características deben tener ambos elementos para que hagan un buen match? Sabor, aroma y texturas tienen que complementarse para crear un punto de equilibrio perfecto, evitando que uno opaque al otro.

Ejemplos clásicos de maridaje… y otros que no lo son tanto

  • Vino blanco con mariscos. Un imperdible que a nadie se le escapa y se recomienda con frecuencia en restaurantes.
  • Vino tinto y queso. Probablemente, sea la mezcla más popular junto con la que ocupael tercer lugar. Acostumbran a ser los protagonistas de fiestas y eventos.
  • Vino tinto con pasta, pizza o lasaña. Otras parejas que nunca faltan en una reunión o
    cita romántica. Aunque el vino tinto es uno de los favoritos, los sommeliers (personas
    expertas en esta arte) aconsejan elegir una botella de acuerdo a los ingredientes que
    contengan los alimentos.

¿Cuáles son las combinaciones con toques más especializados?

  • Con postres. Una alternativa no muy habitual, pero interesante. Si no te imaginas acompañar un cheesecake de frambuesa o unas fresas con chocolate con una copa de vino, intenta hacer la prueba, eso sí: con un vino adecuado que realce los sabores. También es una gran opción para quienes desean equilibrar el dulzor del postre y que este no se sienta tan invasivo en el paladar.
  • Con sushi. Es verdad que difícilmente encontraremos a alguien bebiendo vino y no
    sake en un restaurante japonés, sin embargo, los sommeliers aseguran que el sushi con
    anguila puede hacer un excelente match con un vino rosado.

Consejos de maridaje de vinos

Después de haberte brindado las generalidades pertinentes, quizá ya te haya nacido la curiosidad por dar tus primeros pasos en el mundo del maridaje. Prueba estos tips para que la experiencia sea inolvidable.

1. Familiarízate con los sabores

En el maridaje de vinos, existen los sabores primarios, los cuales están relacionados con los sentidos (olfato, gusto y vista); y los secundarios, que complementan a los primarios.

Un ejemplo podría ser dulce (primario) con notas de vainilla (secundario) o ácido (primario) con notas de café (secundario).

Para ser todo un experto identificando sabores, intenta probar diferentes combinaciones y date la oportunidad de examinar con calma todo lo que detectas, tanto del vino, como del platillo.

Analizar la intensidad de ambos también es importante, pues como ya se mencionó, ninguno
debe tener sabores más fuertes que el otro.

2. Selecciona un vino perfecto para cada comida

Para este paso, es fundamental que te des el tiempo de investigar sobre vinos, sus tipos, sus sabores, su intensidad, su nivel de acidez… ¡Es todo un tema! No obstante, además de saber la teoría básica sobre sus características, tendrás que probarlos con alimentos.

Lo mismo va para la comida. Prueba especias, describe texturas; no es obligatorio convertirse en un experto en gastronomía, solo tener nociones generales de ciertos ingredientes y preparaciones.

3. Equipara la intensidad de los sabores

Si eliges un platillo demasiado condimentado con un vino ligero, uno se va a imponer sobre el otro. ¡Cuida que tengan un nivel de intensidad similar!

4. Contrasta y complementa

La acidez frente a la grasa hacen un buen match, así que un vino le caerá como anillo al dedo a una comida con alto nivel graso. Por otro lado, la bebida igualmente es capaz de resaltar los sabores o de complementarlos.

La práctica constante hará que estos detalles sean cada vez más sencillos de identificar.

5. Revisa contenido de expertos

Desde libros, hasta artículos, videos y podcast, la información compartida por los sumilleres será una guía infalible para comenzar en el universo del maridaje. A partir de la información que obtengas de ellos, podrás tener una perspectiva mayor acerca del vino, la comida y los puntos a considerar para equilibrarlos exitosamente.

6. Realiza pruebas y diviértete

Atrévete a experimentar. El maridaje de vinos no es una práctica estricta, por lo cual, si algo a ti no te convence a pesar de que muchas personas dicen lo contrario, es válido. Al final del día, el paladar es algo subjetivo.

Conclusiones

El maridaje de vinos no busca calificar de manera arbitraria y tampoco exige a los interesados saber hasta los detalles más específicos de una botella de vino; tanto las personas que desean convertirla en su profesión, como aquellas que quieren vivir una experiencia diferente con los vinos y licores en combinación con la comida, pueden acceder a este mundo y disfrutarlo al máximo.

Fuente: Clean Ranks


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