Recién descubrí el término «Kaizen» que es una metodología que Toyota usa en todos sus procesos y me encantó entender de qué se trata, por eso se los comparto.

Corren tiempos en lo que ser mejor de pronto parece una obsesión, y para alcanzar el éxito es necesario evolucionar. Así lo entendieron miembros de la Unión Japonesa de Científicos e Ingenieros (JUSE), quienes, tomando como base las enseñanzas del Dr. William Edward Deming, diseñaron una nueva metodología de gestión que fue nombrada «Kaizen».

El concepto parte de dos vocablos japoneses: Kai (cambio) y Zen (mejora). Su objetivo es propiciar una cultura de calidad a través de la implementación de pequeños cambios continuos en la organización.

El principal mensaje que esta filosofía reside en que cada día hay nuevas oportunidades para mejorar en todo. Este modelo de pensamiento se puede aplicar en todo: vida personal y laboral.

Por lo anterior, el Kaizen se usa también en la psicología como un método para la consecución de metas. Kaizen habla de aprovechar el tiempo, sacar la mayor ventaja y optimizar su uso para dejar de desperdiciarlo en cosas inútiles.

A pesar de que el término es de origen japonés, la esencia de Kaizen fue desarrollada en Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial como parte de un programa de entrenamiento dentro de la industria. Este programa fue implementado en Japón bajo el nombre Kaizen, donde se consolidó por su finalidad de impulsar e implementar mejoras pequeñas de alto impacto. 

Después de la guerra, Japón quedó devastado y no era un momento sencillo para impulsar el desarrollo, pero bajo la mentalidad Kaizen, los japoneses probaron que se pueden crear pequeños cambios en todos los niveles económicos y sociales. En 1960, Japón (solo 15 años después del final de la Segunda Guerra Mundial) había recuperado su estabilidad, posicionándose como una de las economías más estables a nivel mundial.

Como filosofía, el Kaizen promueve una mentalidad en la que los pequeños cambios crean un impacto a lo largo del tiempo. Se trata de una cultura y de una metodología de mejora continua, para mejorar la vida de todos en todos los aspectos: familiar, laboral, de salud.

La clave es la constancia y la concentración en las pequeñas tareas y acciones que toman solo un momento, pero que hacen grandes cambios en nuestra vida.

Como filosofía, el Kaizen promueve una mentalidad en la que los pequeños cambios crean un impacto a lo largo del tiempo. Se trata de una cultura y de una metodología de mejora continua, para mejorar la vida de todos en todos los aspectos: familiar, laboral, de salud. El Kaizen también permite tomar ventaja del tiempo de todos, porque sin grandes inversiones de tiempo se pueden lograr cambios importantes, por ejemplo buscando el ambiente ideal, la organización, el hacer en un instante «algo» que después te va a resolver otro algo.

La forma sencilla de resumir Kaizen es el típico «no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy», dejar de empujar los pendientes y las acciones que luego nos generan un dolor de cabeza, aprovechando que #SoloTomaUnMomento hacer eso que después, genera un cambio positivo y que hiciste además de volada y bien, en la primera oportunidad.

Kaizen se puede implementar en 4 sencillos pasos:

PLANEA: Establece tu meta y desarrolla una solución o mejora 

La meta puede ser sencilla o ambiciosa, lo importante es identificar los pequeños cambios que te llevarán a la misma; por ejemplo, quieres mejorar tu condición física y para lograrlo necesitas ejercitarte más. Aquí podrías hacer pequeños bloques de actividad a lo largo del día, en lugar de una hora en el gimnasio: 15 sentadillas antes de bañarte, estiramientos cada dos horas, una plancha de un minuto 3 veces al día.  

EJECUTA: Comienza a realizar los cambios

Ahora que has planeado tu meta actúa, lleva un control de las implementaciones que hagas, en una libreta, en el block de notas de tu cel, un registro que te haga notar tus avences.

COMPRUEBA: Revisa cómo funcionó la solución propuesta

Revisa cada tanto hacia donde te llevan los cambios implementados, si te ahorra tiempo, si te da energía, si lo haces mejor con menos esfuerzo, etc. Al principio lo ideal es tener metas de corto plazo para comprobar el avance y el beneficio. Asume lo aprendido y ajusta, es un trabajo en proceso; la mejora contínua va sucediendo en el tiempo, recuerda: paciencia y constancia.

ACTÚA: Mantén el cambio y continúa con tu siguiente meta

El principio básico de este método son las mejoras o acciones pequeñas que te lleven a lograr algo grande, así no cambias tu rutina drásticamente, te será más fácil acostumbrarte y mejorarás al ritmo de tu vida diaria.

Los beneficios más inmediatos son: mejorar tu efectividad, tu concentración y la satisfacción de lograr las metas que te estás proponiendo.

Un ejemplo que usa Toyota es la revisión de las bolsas de aire del auto, te toma realmente unos minutos tomar la decisión de llevar el auto a revisar y al hacerlo, garantizas que en caso de un siniestro su funcionamiento adecuado te prevenga de un grave incidente o hasta te salve la vida. Lo mismo aplica cuando nos ponemos el cinturón de seguridad o cuando revisamos los frenos del auto antes de salir a carretera. Igual aplica si nos hacemos la revisión anual ginecológica, un momentos, versus no darnos cuenta de que algo mal en nuestra salud; o un pago a tiempo, toma solo un momento antes de pagar intereses.

Aplícate, revisa que puedes hacer ya, qué puedes hacer hoy. Adapta el Kaizen a tu vida y te aseguro que verás grandes cambios muy pronto con poco esfuerzo, y si eres mas técnico, también lo puedes equiparar a la regla de Pareto: esto es, hacer el 20% para lograr el 80. Deja de pensar que hacer más, y estar ocupado te llevará a buen puerto, menos es mas; observa por dónde empezar y hazlo.

Un abrazo,

Karla Lara

@klaramamadecuatro

Imagen de storyset en Freepik


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