reuniones-familiares

A todos nos dieron risa los memes que pululaban en Facebook sobre los pleitos sobre los terrenos de la abuela en las reuniones familiares. Pero… ¡es cierto! Estas celebraciones en familia dan para muchas cosas, entre ellas pleitos y «trapitos socios» al sol.

Siempre digo que «la confianza apesta» y con este dicho quiero decir que muchas veces con los que más amamos dejamos salir nuestras frustraciones, nuestro enojo y la parte más oscura de nosotros. ¿Cuántas veces con tus compañeros, amigos, con quien quieres quedar bien, sacas esa neurosis escondida? «Farol de la calle, oscuridad de la casa»… ¿a poco no? Por eso, aquí te dejo unas recomendaciones sobre qué evitar para no caer en este lugar nada agradable.

  • No son costales de box

O basureros para recibir tu basura. Ya sé que suena súper fuerte, pero a veces pensamos que con la familia podemos tirar toda nuestra basura emocional y… a veces no es tan recomendable. Si quieres desahogarte, quizá sea mejor con un amigo o, mejor aún, ¡en terapia!

  • Felicita en público, corrige en privado

Ya sabemos que tu hijos «siempre hace lo mismo, ¡cuándo aprenderá!», pero no hay razón para reprender en público. Eso se hace entre dos. Sí, esto incluye a tu pareja y los hermanos. O bueno, ni qué decir de la pareja o los padres… ¡a darles con todo delante de todos! Evítalo por completo, ¡sí se puede!

reunión-de-familia

  • Pleitos en pareja, ¡por favor en privado!

Otro asunto para no compartir en familia. Ya sea que haya discusiones «en vivo» o las quejas de tooooodo lo que te haces, ¡guárdatelo! Porque si se contentan, tus amores van a estar de tu lado y no volverán a verlo con los mismos ojos. Y si se separan… ¡eso es de dos!

  • Asuntos de dinero

¿Es necesario hacerlo durante las reuniones? Estas cuestiones son muy delicadas, hay que tocarlas con la mejor actitud, pero, eso sí, sé firme y pon límites. O bien, sé justa y… no te aproveches. Dependerá de la postura, pero siempre hay «el bueno» y «el malo» en estas cuestiones, trata de negociar con un intermediario neutro.

Finalmente, te invito a que recapacites de todas esas cosas que debes de trabajar, ¡la ira, el resentimiento, los malos entendidos no resueltos! Todo eso es tuyo y, bueno, si involucra a alguien más, resuélvelo en el mejor lugar y momento, las fiestas familiares no son el mejor ring de box.

Sigue leyendo sobre relaciones con la familia: ¡Sí se puede ser paciente con los padres!


Síguenos en redes sociales como @KENArevista: