El calzado con la silueta más rudimentaria en la historia de la vestimenta del hombre, los mules son consideras las primeras sandalias que el hombre pudo usar, basando su construcción en una suela bien atada por una cinta de cuero o tela que sujeta el empeine entero.
Desde la antigua Grecia las mules regresaron al siglo XX, cuando la actriz dorada de Hollywood, Marilyn Monroe, las revivió en sus looks de verano. Luego, retornaron en los 90’s, gracias a algunas arriesgadas que se atrevían a llevarlas con patimedias. Pero Carrie Bradshaw nos da el mejor ejemplo.
La clave para llevar este irreverente calzado es cuidar muy bien la piel de tu talón y llevar una manicura impecable.
En cuanto a estilismo, los colores neutrales son los favoritos –gris, nude, blanco, etc.-, porque se acoplan a cualquier outfit, sin romper tan radicalmente la línea visual de la pierna. Sí, las bajitas deberán aprender a elegir, porque mientras más gruesa es la parte frontal de la sandalia, ésta más alta será; por lo que reducirá el largo de tu empeine, disminuyendo ante el ojo el largo de la pierna.
Después de todo, están las arriesgadas que las llevan en negro y marrón. Y las más confiadas, como Selena Gómez, quien las lleva en naranja, sumándose a la listas de las mujeres que no le temen a las mules en colores cítricos.
Mientras tanto, inspírate con esta selección de outfits eclécticos y sobrios que nos encantaron:
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