Como es sabido, el tema de la escritura es algo que es como oxígeno para mí; aunque no tenga libros publicados, escribir es parte de «mi hablar conmigo» y encontrar entendimiento en mi existencia. Asimismo, las películas, o series (siendo actual) también son lugares que disfruto y en donde veo reflejada la vida y el entendimiento; espacios para reflexiones acerca de la vida… de mi vida.

Acabo de ver una serie que se llama “Punto de Inflexión” (Netflix), una película que se llama “Tres extraños idénticos”(Netflix), otra que se llama “Temple Grandin” (HBO) y otra serie que se llama “Noviembre 13: terror en París” (Netflix). Todas son historias completamente diferentes, con temáticas que pareciera que no se unen en ningún lado (bueno la primera y la última sí… pero no).

La primera es a cerca de los atentados terroristas del 11 de septiembre y la respuesta de EUA para “acabar” con el terrorismo. La segunda es acerca de unos trillizos que fueron separados al nacer, al paso de los años se encuentran y la experiencia de su vida cambia totalmente al saberse cercanos unos a otros. Sin embargo, descubren que son parte de un experimento. La película es la historia de una mujer autista nacida en 1947 y que se vivió con una condición que se creía «daño cerebral. La última serie que vi es la que narra los acontecimientos terribles en el atentado terrorista en París en 2015, en donde atacaron a personas random en bares, y en un concierto en un lugar llamado Bataclan.

Y probablemente te preguntes, ¿qué tienen en común estas diferentes historias, además de ser documentales o basadas en la vida real? Pues para mí tienen toda la coincidencia: que muestran, de diferentes formas, el comportamiento de la mente humana basada en el miedo y la arrogancia.

Las enumeré en el orden en que las vi, que fue mera casualidad. Me fueron sorprendiendo y dejando una reflexión similar… ¿en qué estamos pensando los seres humanos? ¿Cuál es el impacto que tiene nuestro pensamiento y el poder de ejercerlo ante otros desde una actitud de poder o de superioridad?

Todos los eventos se basan en experiencias que generan daño, en diferentes aspectos y magnitudes; y esas han sido las bases en la que hemos establecido el funcionamiento de nuestro mundo.

El poder de los gobiernos que rigen nuestra economía y sociedad, el poder de la academia (y ciencia) que rigen las respuestas de lo que debe hacerse o no, según se cree y se hace ley, y la religión y el fanatismo que a partir de una creencia radical se puede hasta sacrificar la vida propia por un ideal.

En los atentados del 11 de septiembre de 2001 me impacta profundamente y me ha conmovido hasta la fecha la impunidad y los alcances destructivos a los que podemos llegar si nuestra mente está suficientemente retorcida. Y lo peor, creo yo, es que se busque una solución con las mismas medidas distorsionadas, como es la furia de la represión y la tortura. Después de los ataques, la respuesta fue por demás bélica y agresiva. Con el fin de castigar y con la intención de acabar con Osama Bin Laden, se emprendió una cacería de brujas, matando a muchos civiles inocentes, y destruyendo ciudades, vidas, familias y cuanto se les ponía en frente, pero no nada más eso, que es lo que me hace sentir más frustración y dolor de la respuesta: destruyendo a sus propios compatriotas, porque después de haber ido a buscar al “perpetrador del ataque” (como si eso resolviera algo), los soldados norteamericanos permanecieron 20 años en ocupación de Afganistán, lejos de sus familias, viviendo en situaciones bélicas y defensivas, con todo lo que estas experiencias traen a la mente de cualquier individuo: confusión, rompimiento, desesperanza. Si sobreviven para volver a casa, regresan para no encontrar su lugar y para vivir destruidos y violentados, en buena medida, supuestamente por un fin noble. No veo nada de nobleza en destruir a tu gente con la idea de la venganza, sin mencionar alguna agenda escondida de cualquier índole.

Por otro lado, el psiquiatra infantil Peter Neubauer, desde una perspectiva científica, hace un estudio en el que unos trillizos nacidos el 12 de julio de 1961, son separados y dados en adopción en 3 diferentes casas: una de clase alta, otra de clase media y otra de clase trabajadora. Todo como un experimento… que nunca se publicó (se siguen preguntando cuáles fueron los resultados) y tampoco contemplaron el impacto que podría tener en estos seres, que de una u otra manera les haría daño… o no. Yo creo que es un abuso enorme hacer eso.

En otro ámbito de la ciencia y la medicina, está el diagnóstico de la niña Temple Grandin, cuando a los 4 años aún no hablaba y los papás y familiares ya habían descubierto que no soportaba ser tocada. Entonces definen que tiene retraso mental y la remiten a un hospital psiquiátrico para ser internada porque no hay nada que se pueda hacer. La mamá se rehúsa y aprende a acompañarla y a impulsarla. Vemos cómo su amor y su intuición le permite tener una vida bastante funcional, al grado de conseguir maestrías y doctorados e impactar la vida de muchos animales de rastro.

Finalmente, tenemos estos terribles eventos terroristas de 2015 en París, que, si bien son diferentes a los vividos en Estados Unidos, sigue siendo terrorismo y agresión y violencia hacia la gente, y el impacto que expresan los sobrevivientes: cómo ha cambiado su vida después de lo vivido. Todo por una reacción de los islamistas, fanáticos en nombre de Alá, su Dios. Ellos mismos se quitan la vida, con tal de mandar un mensaje, que a la fecha a mí no me queda claro.

Bueno, a lo que voy al describir todos estos eventos que vi en varios días y me trajo a esta reflexión: Necesitamos más compasión y amor en nuestras relaciones y formas de responder ante las situaciones que vivimos.

Las respuestas violentas generan más violencia, y se vuelve una cadena interminable de dolor y agresión, necesitamos empezar a buscar formas diferentes de hacer las cosas para encontrar resultados diferentes.

Siento que tanto en la reacción de EUA en su lucha contra el terrorismo (sometimiento, tortura y castigo), como en la arrogancia de hacer investigaciones con seres humanos como en los trillizos o el diagnóstico “terminal” de retraso a alguien que solo tiene una forma diferente de vivir, entender y relacionarse con el mundo, nos aleja intensamente del encuentro de una solución y respuesta constructiva y que aporte valor y cambio.

Sé que no es fácil abrazar el cambio, pero si no empezamos de a poco, estas referencias traerán más violencia y agresión como vemos que ha pasado en todo el mundo.

Necesitamos reconocer y profundizar estas palabras: Respeto, Humildad, Escucha. Si no nos detenemos a escuchar con ojos nuevos, no podremos generar cambios. Necesitamos aprender de lo vivido y cambiar la perspectiva, verlo desde el amor y no desde el miedo, eso hace la diferencia, una respuesta en todos estos temas que he mencionado, vistos desde el amor habría brindado respuestas diferentes.

Te invito a imaginar qué habría pasado si cada uno de estos ejemplos que propongo hoy se hubieran abordado desde el amor.


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