Respuestas que todos queremos en algún momento de la vida, pero que resultan especialmente importantes antes de comprometernos a estar en pareja…

Dicen que las mejores relaciones son las que persisten detrás de las conversaciones difíciles y es que cada vez se hace más evidente que compartir la vida con alguien no solo requiere intención o amor, sino que también una serie de acuerdos y posturas que unen o separan definitivamente. Estas preguntas son complicadas pero básicas; date el tiempo y el espacio para conversarlas y sobre todo, abórdalas sin miedo; «no dejes para mañana lo que puedes saber hoy»:

¿Te gustaría formalizar la relación en una boda u otra ceremonia, o esto es lo que hay?

No para todas las parejas casarse es un objetivo en común, pero, si alguno de los dos lo desea y el otro no; puede ser un deal breaker. No esperes a que pase por arte de magia, a que lo convenzas o a que la situación los lleve a dar el paso, dejen claro si quieren o no. Si tú eres quien no lo desea, también habla con la verdad.

¿Quieres tener hijos en algún momento?

Quizás hoy no sea una prioridad, pero si pasan los años y cambias de opinión es importante saber si tu pareja desea lo mismo o no estará jamás en sus planes. Aquí cabe ahondar y saber por qué sí o por qué no, y de quererlos, cuándo y cuántos; parece que arruina el amor pero lo trascendente de tener hijos o no, va más allá de la relación que comienza.

¿Te riges por tu fe o religión en tu vida o es solo una herramienta de apoyo emocional o espiritual?

Y es que todo es amor y risas hasta que no pensamos o actuamos igual, o peor aún, si no creemos en lo mismo, porque la atracción y el amor aparentemente lo pueden todo, pero los temas religiosos son parte de la educación y formación y a veces están tan arraigados que empiezan a importar y mucho en el día a día.

¿Compartiremos gastos y finanzas o solo gustos?

Esto es un no-negociable, nada de que lo mío es mío y lo tuyo es mío o viceversa, hay que ser bien claros: de vivir juntos qué compartirán en términos de gastos, literal: quién paga qué y cuánto y cuándo. Deudas que adquieran juntos: préstamos o créditos, inversiones o patrimonio, ahorros y prioridades. Porque luego hasta para pagar el internet hay tema, ya de la despensa, hipoteca y colegiaturas ni hablamos. Cuentas claras, relaciones largas.

¿Cuánto importa la familia extendida y sus tradiciones?

Quizá no te parezca importante pero comer en casa de tu suegra cada sábado por el resto de tus días tal vez no era tu plan de vida o tampoco el de tu pareja celebrar cada Navidad en una playa o ver el Super Bowl siempre con los hermanos de tu galán, etc. Las parejas sueñan con formar su propia familia y tener sus propias tradiciones pero no siempre sucede porque vienen cargando otras tradiciones familiares que pueden resultar increíbles o una tortura. Platícalo y busquen el balance pero desde el principio.

¿Tendremos libertades? Juntos pero no revueltos

Por más romántico que pueda «parecer» estar todo el tiempo que tengan enfrente juntos, las personas necesitamos nuestra libertad e individualidad para hacer «nuestras cosas» y no solo para trabajar o estudiar. Asegúrate que ambos están OK con los hobbies o aficiones del otro; con pasar tiempo con amigos sin pareja, con ir a eventos por su cuenta sin pareja o hasta para viajar. Claro, nadie quiere que eso sea la regla, porque si lo fuera, no tiene caso estar en pareja, pero de vez en vez es refrescante y necesario y no quieres que sea la hoguera que arda cada vez que la situación se presente.

¿Qué tan importante es para ti el S-E-X-O?

Es que al principio del amor la pasión no necesita inspiración, simplemente se da y se da por todo y en todos lados, pero el amor madura con el tiempo y no todo es sexo, porque hay ciclos y a veces llegan los hijos, o la edad, o los problemas económicos, o una enfermedad. La verdad es que si la relación es buenísima es sexo es la cereza del pastel, pero si la relación no es buena, a veces el sexo lo es todo y si falta, pues bye relación. Del sexo no solo práctica, pero también plática y si es necesario hasta se planea, pero no se da por hecho, ni se pasa a segundo plano.

¿Qué sería imperdonable para ti?

Varían en todas las parejas, a veces es una infidelidad (y tener claro que interpreta como infidelidad cada uno), a veces es una mentira, la que sea, lo que rompe la confianza y la relación. A veces son otras razones pero siempre hay algo que sabemos, a pesar que no ha pasado, que no vamos a perdonar… mejor lo platicas, porque bien dice el dicho «el que avisa no es traidor».

¿Y qué si nos separamos o nos divorciamos?

Sabes con quién te casas, pero no de quién te divorcias, y aunque nadie se casa con el objetivo de divorciarse, pasa mucho más seguido de lo que creemos y estar juntos no es garantía de nada. Hablen por adelantado de los posibles términos de una separación (casados o no); qué pasa con el espacio que habitan, las cosas que compraron juntos, las mascotas, los compromisos financieros, los amigos, etc. Parece chiste pero muchas veces se convierte en anécdota. Igual y nada sale conforme a lo estimado, pero abordar el tema te da una idea de con quien estás. Las personas enseñamos muy pronto quienes somos, pero ya se sabe, el amor es ciego.

¿Qué haremos para resolver las crisis?

Suena increíble estar juntos en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, pero amamos lo suficiente para hacerlo; porque nadie está exento de quedarse sin trabajo, de enfermar gravemente, de tener un accidente, de perder un hijo, de sufrir crisis menores y mayores y las parejas cuentan el uno con el otro, o al menos eso se asume y cuando no es así, vienen los corazones rotos y los abandonos. Mejor de una platicar distintos escenarios y saber qué piensan ambos.

A estas preguntas que parecen existenciales puedes sumar las que quieras: ¿Cómo visualizas nuestro futuro juntos? ¿Qué harías si te ofrecen la oportunidad laboral de tu vida en otro lado y yo no quiero o no puedo ir? ¿Has estado enamorado a este nivel antes? ¿Estás segur@ de que quieres dar este paso?, etc. Acordar sobre las pequeñas cosas puede facilitar acordar sobre las cosas más grandes, pero háblalo, no asumas, no des por hecho que piensan, sienten o actúan igual solo por estar juntos o enamorados; amar significa diferente para las personas y las maneras de demostrar el amor también son variables.

Sé lo mas directa, honesta y práctica posible. El amor nunca es suficiente y no es un secreto. Hablar con la verdad puede ser difícil, pero es necesario. No temas ser juzgada o juzgado por hacerlo, si el juicio se detona por la pregunta, «amiga date cuenta, ahí no es».

Un beso,

Karla Lara


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