Los retos virales en redes sociales se han convertido en una actividad alarmante entre los usuarios. Desde comer extra picante (que puede provocar paros respiratorios) hasta inhalar desodorante y aguantar la respiración (provoca desmayos), son los retos desafiantes, sin culto ni escatimo. Todo esto lo vimos en un análisis que te resumimos aquí.
Empecemos con Tiktok que se pronunció mediante un estudio al respecto y señaló que más de un 20% de jóvenes han realizado los famosos challenge y algún porcentaje de esto, se ha visto perjudicado de forma abrumadora.
Qustodio, la plataforma líder en seguridad digital para las familias, hace una advertencia y aclaran que «la moda inicial de estos retos ha derivado en otros challenges que pueden conllevar una serie de riesgos para los menores que los ejecutan».
Pese a ello, un estudio de la Universidad Internacional de la Rioja señala que un 8% de los adolescetes españoles ha realizado algún reto viral peligroso en internet.
Los problemas más comunes ante un reto viral o challenges
Baja autoestima- falta de amor propio: esto pasa más que todo en adolescentes que no se sientes aceptados en su entorno y buscan la aprobación de cientos de personas que no conocen. Esto conlleva a un alto grado de ansiedad generalizada.
Daños físicos: muchos de estos «retos» conllevan una serie de actividad física, provocando lesiones y daños que en algunos casos, pudieran ser irreversibles.
Un ejemplo de este punto, son los retos de comida o los que tengan relación con el peso. Muchos exponen su integridad y comen cierta cantidad de comida, sin conocer a ciencia cierta los resultados a largo plazo de este reto viral.
Dependencia emocional: hay challenges que se convierten en métodos de adaptación social entre los jóvenes. Pero lo más interesante de todo esto, es que se tornan como costumbre realizarlos por presión entre seguidores, conocidos, amigos y los propios familiares.
Es momento de hacer un alto
Los expertos de esta plataforma en seguridad digital recomiendan que «encontrar un equilibrio digital que no genere excesiva dependencia de las redes sociales, así como fomentar una comunicación fluida entre padres e hijos para conocer cómo es la vida online de los más jóvenes».
Por su parte, Eduardo Cruz, CEO de Qustodio, asegura que “la formación digital es fundamental para la educación de los niños. Aunque no siempre lo veamos, la vida online de los menores afecta a su vida offline».
«Los retos virales son un buen ejemplo de ello: los jóvenes empiezan haciéndolos en busca de likes, que pueden acabar siendo un delito o causando sufrimiento en la familia. Es importante sentar las bases de una buena educación digital para conseguir un equilibrio en la actividad de los menores en redes sociales”, afirma.
Con información de Qustodio y basado en un análisis.
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