Viena siempre sorprende. Sinceramente, fue uno de los viajes que más he disfrutado porque, además de conocer gente increíble, pude pasear por sus calles llenas de historia, tomar café en rincones donde parece que el tiempo se detuvo y aprender de una marca que pareciera vivir en el futuro: RINGANA, la compañía austriaca que ha decidido reescribir las reglas de la cosmética y del bienestar consciente.

Mi recorrido comenzó en la capital, pero el verdadero descubrimiento ocurrió a poco más de dos horas, en Hartberg, donde se levanta el impresionante campus de RINGANA. Allí, entre paisajes verdes, campos abiertos y un aire limpio que invita a respirar profundo, la naturaleza y la ciencia dialogan en armonía.

Desde el primer paso, se percibe que aquí no hay espacio para la contradicción: energía 100 % renovable, paneles solares que parecen abrazar el sol, reutilización de agua de lluvia, envases retornables y compostables. Incluso la pequeña banda elástica que cierra los empaques está hecha de materiales vegetales. Nada es casualidad; todo tiene un propósito.

Conversaciones que inspiran

Durante el recorrido, tuve la oportunidad de conversar con Patrick Sonnleitner, Director de Responsabilidad Social y Medioambiental de la marca, quien me explicó que la filosofía de RINGANA no admite atajos:

“Ser sostenibles significa tomar decisiones difíciles en un sistema que no lo es. Cada ingrediente, cada frasco y cada proceso tiene que responder a la misma pregunta: «¿Esto respeta la naturaleza y a las personas?”, me dijo mientras recorríamos las instalaciones ultramodernas, donde la limpieza es tan rigurosa como la ética que guía cada acción. Pero al igual que el fundador de la marca, Andreas Wilfinger, insistió en que es posible ser exitoso y sostenible. Algo que muchas compañías pueden presumir de una o de otra cosa, pero no de todo, como RINGANA.

Puede uno pensar que es complicado, pero como menciona Patrick: “Se trata de simplemente aprender a reusar, comprender qué es ser sustentable, y saber cómo llevarlo a cabo. Y también es acostumbrarnos a ello”.

La frase quedó resonando en mi mente, porque habla de un hábito más que de una moda. Y que, aunque podría parecer engorroso, sencillamente se puede llevar a cabo, recordando lo importante que es para todos cuidar el planeta y que, con pequeñas acciones, todo se transforma.

Un antes y después, lleno de cuidado y bienestar

Asimismo, recordé mi plática con Andreas, cuya historia es tan personal como inspiradora. En los años 90, él y su esposa Ulla enfrentaban problemas de salud que los llevaron a cuestionarse la industria cosmética.

Descubrieron que muchos productos y suplementos estaban llenos de ingredientes innecesarios o incluso dañinos. Decidieron entonces crear una alternativa transparente, sin conservadores, sin microplásticos, sin pruebas en animales y con una honestidad que hasta hoy distingue a la marca.

“Todo lo que se hace en RINGANA es sostenible y mantenemos esa filosofía”, mencionó Patrick en su intervención. Y de verdad es una alegría que lo hagan de esta forma, porque entonces entendemos que si se quieren hacer las cosas como deben ser, tenemos ejemplos de cómo se logra.

Así nació, en 1996, una empresa que comenzó con una sola crema facial y que hoy ofrece más de 60 productos distribuidos en categorías como FRESH, DRINKS, CAPS, PACKS, SPORT y BABY. En México  —su primer mercado en América— está disponible principalmente la línea FRESH, que se asemeja más a un alimento vivo que a un cosmético convencional.

Conociendo las entrañas de RINGANA, espero con ansias que todo su portafolio, llegue a México, porque sus productos pueden ser usados por niños, mujeres y hombres de todas las edades y al estar hechos como lo están, acaban brindando un sinfín de beneficios, necesarios para el ritmo de vida que llevamos aquí.

La revolución de la frescura

Uno de los conceptos que más me marcó fue entender que la caducidad corta es un valor, no una desventaja. En un mundo obsesionado con lo eterno —aunque sea artificial—, RINGANA apuesta por lo efímero que está vivo, que conserva su potencia, mientras dura fresco.

El proceso de producción es casi artesanal: los productos se elaboran bajo pedido, se empacan de inmediato y se envían directo al consumidor. Esto no solo reduce el desperdicio, sino que garantiza que cada fórmula llegue con su máxima eficacia, como si fuera un jugo recién exprimido para la piel. Pero, además, en cada proceso, se mantiene la frescura de la materia prima, y eso, por sí mismo, genera una sostenibilidad que no se encuentra en otros productos parecidos.

Mientras caminaba por los pasillos del campus, veía cómo ingredientes como té blanco, semilla de uva, ácido hialurónico vegetal, proteínas de arroz y extractos florales pasaban de ser materia prima a convertirse en fórmulas activas, listas para cuidar la piel con resultados reales, sin comprometer al medioambiente.

RINGANA no sigue la lógica de la venta masiva. No se encuentra en tiendas ni supermercados; prefiere un modelo de distribución directa y digital, acompañado por su red de fresh partners, personas que se convierten en embajadores porque creen en la filosofía de la marca y la comparten de forma cercana y personal. Patrick mencionó que, “fue un proceso que se trabaja día con día, en una búsqueda constante de ser sostenible en todos los niveles, y eso involucra a todos los que colaboramos en RINGANA”.

Esa coherencia también se refleja en su comunicación: no prometen milagros ni eterna juventud, sino bienestar auténtico y responsable.

Vivir fresco es vivir con propósito

Al final de mi visita, entendí que lo que RINGANA propone va más allá de la cosmética: es un recordatorio de que la verdadera belleza es congruente con el planeta. Cada frasco es una invitación a consumir con conciencia, a vivir de forma más atenta, ética y fresca.

Salí de Austria con la certeza de que el lujo moderno no está en acumular productos, sino en elegir lo que respeta nuestra salud y la del mundo que habitamos. Y cada vez que use un producto de RINGANA en casa, recordaré ese aire limpio, esas conversaciones y esa sensación de propósito que solo se encuentra cuando la naturaleza y la innovación deciden caminar juntas.

www.ringana.com

@ringanamex_official

Fotos: RINGANA


Mira este post: Ringana: la belleza fresca según Andreas Wilfinger

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