
Sea cuál sea la composición de tus accesorios, debes saber cómo cuidar la bisutería para que las disfrutes por mucho más tiempo.
Para nadie es un secreto que a las mujeres, independientemente de su edad, condición social o estilo de vida, les encanta lucir desde un par de aretes, hasta unas bonitas pulseras, cadenas y relojes que combinen con su vestimenta.
Pensando en ello, te presentamos algunas ideas de cómo cuidar la bisutería que tienes, para que puedas sacarle el mayor provecho. Recuerda, del cuidado que le des dependerá su durabilidad y belleza.
Para comenzar
Lo primero que debes aprender es a manipularlas con sumo cuidado. Luego, evita llevarlas a la playa o a la piscina. Y por ningún motivo las mojes o te coloques cosméticos, perfumes y cremas con ellas puestas. Además, ten cuidado con el uso de detergentes o cualquier producto químico que pueda dañarlas.
Seguidamente vale recordar que para cuidar la bisutería debes limpiarla cada cierto tiempo con agua tibia y jabón con pH neutro, utilizando un cepillo de cerdas suaves y luego secándola con una gamuza o una pieza de tela suave.
Cómo cuidar la bisutería de fantasía
La calidad de la bisutería o accesorios de fantasía no siempre es tan buena como quisiéramos, por lo que se sugiere aplicar una fina capa de esmalte de uñas incoloro en las zonas que estarán en contacto con la piel para darle más tiempo de utilidad.
Si tus accesorios son de madera o semillas, para cuidar la bisutería solo requieres realizar un cepillado en seco para eliminar el polvo y la pelusa que puedan tener adheridas.
También puedes utilizar un paño humedecido con agua, pero jamás las sumerjas o empapes en agua.
Cuando la bisutería tiene abalorios, cuentas de cristal o vidrio, se sugiere utilizar un paño suave e incluso humedecido con agua para limpiarlas y darles brillo.
En el caso de que tengan piel o cuero, para cuidar las prendas puedes aplicar cremas hidratantes, sin perfumes y libres de colorante, para limpiarlas e hidratarlas.
Otra alternativa para limpiar la bisutería y eliminar el color verde o anaranjado de las piezas de metal y restituir su brillo natural, es utilizar dos aspirinas diluidas en un poco de agua y remojarlas mínimo 10 minutos. Al finalizar, pasa una toalla limpia para secarlas.
En líneas generales, estas piezas deben ser limpiadas con franelas de algodón, cepillos de cerdas suaves, alfileres o palillos, agua y jabón; con el objeto de eliminar el exceso de polvo y queden pulcras, esa es la mejor forma de cuidar las prendas.
Así se pueden cuidar las joyas
Contar con piezas de oro y plata o que tengan perlas y piedras preciosas es un honor. Si tienes en tu joyero alguna de estas piezas, te sugerimos que por lo menos una vez al año las lleves con un joyero profesional para que le realice un mantenimiento, esa es la mejor manera de cuidarlas.
En caso de no ser factible, lo primordial es evitar que las piezas de oro y plata entren en contacto con otros metales. Además, debes resguardarlas del sol para evitar que se tornen oscuras y negras.
Para cuidar las piezas de oro o plata, usa crema dental, pues las sustancias alcalinas que contiene eliminan las manchas. También las puedes lavar solo con agua y jabón suave, y secar muy bien antes de guardarlas.
En el caso específico del oro, puedes sumergirlas durante dos horas aproximadamente en un vaso con jugo de cebolla. Luego lavarlas con abundante agua y jabón y secarlas. Con este procedimiento se busca regresarle su brillo natural.
Los accesorios que tienen perlas no puede ser sumergidos en agua para limpiarlos, debes pasarle un trapo seco o utilizar un cepillo suave con el cual eliminar el polvo o cualquier impureza.
A toda prueba
En el mercado encontrarás infinidad de productos para dejar tu bisutería como nueva. Sin embargo, una alternativa casera que te permitirá dejarla reluciente es el bicarbonato.
Puedes sumergir las piezas en una solución de vinagre y bicarbonato para que recobren su brillo, o cepillarlas con una solución de bicarbonato con limón, para quitarles la opacidad.
Al guardarlas
Evita colocarlas juntas, porque los metales y las piedras pueden rallarse cuando entran en contacto. Lo ideal es que las almacenes de manera individual para evitar que se rocen y desgasten.
Si utilizas un joyero, procura que las piezas estén en compartimientos separados, dependiendo de su composición.
Las cadenas deben guardarse cerradas, estiradas y envueltas en telas suaves para evitar que se formen nudos.
Para finalizar, elabora bolsas de papel de celofán y guarda cada accesorio en una de ellas. Este material previene la humedad y además, no permite que las piezas entren en contacto entre sí.
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Foto principal: Image by valuavitaly en Freepik
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