
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa. Los síntomas incluyen fiebre, erupción cutánea y problemas respiratorios.
Actualmente, diversos países, sobre todo de la Unión Europea, se enfrentan a un rebrote de la enfermedad. Este brote es tan alarmante que la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una alerta, abarcando 53 países.
Aunque aún no hay alarma en México, vale recordar que la vacunación es la forma más efectiva de prevenir el sarampión y sus complicaciones. De hecho, es importante mantener las vacunas al día para proteger la salud pública.
La Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) instan a los Estados miembros a continuar con mayor ahínco las actividades para elevar y mantener coberturas adecuadas de vacunación contra sarampión, rubeola y parotiditis. Y reiteran la importancia de la vacunación.
La vigilancia epidemiológica y la preparación de la respuesta rápida a brotes de sarampión y rubeola constituyen las tres grandes estrategias para monitorear y verificar anualmente la interrupción de la transmisión endémica de estos virus.
Causas de la aparición del sarampión
Se da por el virus del sarampión, que pertenece al género Morbillivirus. Se propaga a través de las gotitas respiratorias liberadas al aire cuando una persona infectada tose o estornuda.
La infección puede ocurrir al inhalar estas gotas o al tocar superficies contaminadas y luego tocarse boca, nariz o ojos. El virus es altamente contagioso y puede propagarse fácilmente en áreas con bajos niveles de vacunación.
Formas de tratarlo: ¡apto para distintas edades!
Bebés y niños pequeños
- Mantén las vacunas al día según el calendario de inmunización.
- Evita el contacto cercano con personas enfermas de sarampión.
- Lava las manos y las de tu hijo regularmente.
Niños en edad escolar
- Asegúrate de que haya recibido la dos dosis de la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola).
- Informa a la escuela sobre la importancia de notificar casos de sarampión.
- Enseña a tu hijo a lavarse las manos y a cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar.
Adolescentes y adultos
- Verifica si has recibido las dos dosis de la vacuna MMR. Si no, considera la posibilidad de vacunarte.
- Mantén hábitos de higiene, como lavado de manos y prácticas adecuadas de higiene respiratoria.
- Evita el contacto cercano con personas enfermas y sé consciente de las áreas con brotes de sarampión.
Viajeros
- Antes de viajar, verifica si hay brotes en la región a la que planeas ir y toma las precauciones necesarias.
- Asegúrate de estar vacunado según las recomendaciones de salud internacional.
En resumen, la vacunación, la higiene personal y la conciencia de los entornos con posibles brotes son claves para prevenir el sarampión en todas las edades.
Foto principal: salud180, en Pinterest
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