Muchas veces caí en la tentación de mostrarme al mundo a través de las redes sociales como una mujer y una mamá perfecta. Y es que, ¿a quién no le gusta tener y hasta coleccionar “me gusta” sobre las cosas que consideramos nuestras?

Vivimos los tiempos en los que las redes sociales nos acercan y nos ofrecen muchas oportunidades o bien, nos alejan y hasta nos pueden lastimar… y mucho.

La vida en tiempos del like

El amor en los tiempos del “like” nos exige mostrar y compartir una vida en pareja perfecta, obviamente con el amante, novio o esposo que resulte perfecto, mostrándonos incondicionalmente enamoradas y felices todo el tiempo y compartiendo paso a paso y uno a uno hasta los momentos mas íntimos, en los que a pesar de estar solo “dos”, se logra la perfecta fotografía posada con miradas enamoradas, en donde se supone no había nadie más…

Y la maternidad en los tiempos del “like” nos pide la perfección doble: mamá-bebé. En ella debes mostrarte con la talla y el peso perfecto antes, durante y después del embarazo, con un arreglo personal impecable (que parezca logrado sin esfuerzo), que no sea poco pero que tampoco sea excesivo y con uñas, pelo y piel en tendencia. Porque, claro, además de ser madre, eres mujer y debes estar a la moda para lograr muchos likes. Aquí se suman los “me gusta” sobre los hijos perfectos, que idealmente sean bonitos, pero además que hablen, coman, duerman, jueguen y se porten de manera ¡perfecta!, que lean y compartan y coman comida orgánica, que reciclen todo y  que no coman dulces, cada restricción y hábito (casi imposible en los niños) multiplica los likes…

Si eres profesionista o emprendedor en los tiempos del like demanda compartir también cada logro, éxito, premio, reconocimiento, viaje y compra. Y que parezcan naturales y sin esfuerzo, como si lograr las grandes cosas en la vida no fuera cansado o sinuoso o requiriera la entrega total para lograrlo…

¡Todo perfecto!

Pero, lo cierto es que la vida no es perfecta, como tampoco los somos las personas. Y es que aparentemente para lograr los likes, lo mostramos todo.

NO funciona así.

¿Cuál es el objetivo? Juntar likes, ¿paaaara?, ¿pooooor?, si no logras con tu vida inspirar o servir a alguien, los likes no son más que un adorno narcisista, medallistas para el ego. Ser tú en los tiempos del like es el nuevo y verdadero reto.

Yo amo las redes sociales, me encanta compartir mi vida y mis gustos e intereses, pero lo que ven es lo que hay: una mujer con un montón de errores. Una mamá de 4 que a veces triunfa y otras se equivoca en la maternidad. Una persona que ha trabajado por años y años con logros y fracasos, pérdidas y ganancias… con una vida en pareja que tiene altas y bajas y que es privada.

Ser tú en los tiempos del like significa mantener la esencia, el espíritu y el corazón reales y a veces cerrados. No abrir todo, no se necesita ir por la vida validando cada paso que damos. 

Es increíble visitar lugares, vivir experiencias, casarse, tener hijos, trabajar, alcanzar metas, tener una vida fit, mantenerse o alcanzar un peso ideal por salud, o comer bien o cambiar de hábitos, ¡bravo! Requiere esfuerzo, actitud positiva, dedicación y constancia, pero no requiere que todo el mundo vea el minuto a minuto de cada cosa y de cada momento.

Podemos lograrlo y hacerlo y ser inspiración y no solo aspiración… o presunción.

El amor, la familia, la amistad, la maternidad o la paternidad, el trabajo y todas nuestras relaciones tienen alto y bajo. Se trata de vivir experiencias con realidad, de no perder el piso.

Mostrarse en las redes sociales merece darle verdad y ser genuino, si hay algo que no corresponde entonces no hay que compartirlo, así de simple.

A veces se pasa la vida navegando la vida de otros, eso no es vida para nadie. Se nos va olvidando que la vida es este momento, ahora, y somos influencers de quienes nos aman, con lo que hacemos, con lo que decimos. La congruencia y el sentido común se han vuelto valores escasos y preciados. 

Que las redes nos acerquen, que los filtros nos diviertan, que busquemos el balance perfecto solo en las clases de yoga y que en lo demás, vayamos de a poco, compartiendo sí, pero no creyendo que eso es la vida. Y también haciendo consciencia de los “no me gusta”, esos no se publican, esos no se comparten, esos no nos miden… pero existen.

¿Cuáles son los “me gusta” que quieres ganarte? ¿Cuáles son los “no me gusta” que deberías evitar y cambiar?

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