Los suegros son amigos o enemigos de muchas relaciones. Y vaya que es un tema álgido, pues la relación con los padres de tu pareja -y viceversa- es esencial para que no existan malos entendidos entre ustedes dos.
La comunicación es la base de todas las relaciones, y más cuando ya asumes el compromiso de casarte; de forma indirecta estás vinculándote con la familia de tu pareja y más con sus padres.
Conocerse bien, es la clave
Para llevar una relación sana y perdurable es importante que crees un vínculo de amistad con ellos. De igual forma, debe hacerlo tu pareja con tú familia. Este acercamiento debe hacerse desde principios de la relación. Claro está, no se logra de un día a otro. ¿Cómo puedes logarlo? Cada vez que puedas y/o los veas, entabla conversaciones con ellos. Indaga con tu pareja temas interesantes que puedas abordar. Eso sí, hazlo de una forma sutil, que no se vea que estás averiguando.
Lee también: Cocinar en familia, el plan perfecto
Son tus suegros no tus enemigos
Lo importante es tener buena disposición y ser receptivos en todo momento. Aquí te dejo unos sencillos consejos para afianzar la relación.
Relaciónate con ellos. No debes esperar que sea un momento o fecha importante para solo socializar. Cualquier momento es ideal para estrechar los lazos de amistad. Busca compartir un almuerzo, cocinar, salir de compras, tomar un café… son pequeños detalles que marcarán la diferencia.
Sé prudente. La relación se forja como el trabajo de una hormiguita: poco a poco. No te apresures en querer caer bien en primera instancia. Debes dejar que todo fluya de forma natural.
Cordialidad ante todo. El trato con tus suegros debe ser respetuoso, incluso en los momentos donde no compartan ideales. Si hay algo que molesta o incomoda, la mejor forma de solucionarlo es hablándolo con tu pareja. Es la persona que mejor te puede ayudar a canalizar la relación.
Límites claros. Es necesario para que la relación sea sana con el tiempo. Cada quien sabe el espacio que tiene en la vida del otro. Por eso, entre la confianza y el abuso, solo hay una línea muy delgada, la cual debe estar clara. No puedes dejar que tus suegros opinen sobre cómo debe ser su vida de pareja, por ejemplo. De igual forma, tú no puedes imponer o cambiar normas y valores de la familia de tu pareja. Aquí es un trabajo en conjunto: tú ponle límites a tus papás y que tu pareja, a la suya.
Primero la pareja. Te casaste con tu pareja, no con su familia. Por ello, primero debe prevalecer su unión ante de los demás, por ello es importante que ambos sepan defender su posición ante los demás.
Síguenos en redes sociales como @KENArevista: