El facial microcorriente también es conocido como bioestimulación o terapia bioeléctrica, por su capacidad para estimular la fisiología celular.
La electricidad de baja corriente, mejor conocida como microcorriente, tiene un efecto bastante positivo en el tratamiento antienvejecimiento, básicamente porque:
- Rejuvenece los músculos faciales
- Aumenta la circulación sanguínea
- Mejora el tono y textura de la piel
Rápido, efectivo y no invasivo, tres componentes que atraparían a cualquier persona. Sin embargo, no todos los salones ofrecen este servicio por su alto costo de mantenimiento. Las máquinas profesionales, por ejemplo, comienzan en aproximadamente $4.500 en Estados Unidos.
Este tratamiento suele combinarse con una Terapia de luz LED (que estimula la producción de colágeno y elastina) y con Peelings (tratamientos exfoliantes) para darle al rostro un aspecto más juvenil.
Facial microcorriente: Pasos del tratamiento
Como en cualquier otro proceso, el primer paso es la consulta con el especialista. En este punto te preguntarán sobre tus cuidados diarios para la piel, tu dieta, cuánta agua bebes al día, qué medicamentos o suplementos consumes, entre otras cosas.
Una vez que se determine que estás calificado para la microcorriente facial, la esteticista marcará la fecha de tu cita, en la que te ofrecerán una especie de envoltura que rodea el cuerpo y la parte baja de los brazos.
La limpieza profunda de la piel del rostro es vital, por lo que la especialista ceñirá tu cabello con una toalla y enjuagará tu cara con toallitas de algodón o esponjas especiales.
Por medio de una lámpara de aumento iluminada, determinará tu tipo de piel (seca, grasa, mixta, sensible o normal) y las condiciones (si tienes acné, puntos negros, puntos blancos, envejecimiento, daños causados por el sol, deshidratación, entre otros).
¿Te has hecho un facial microcorriente? Foto Freepik
Vapor, exfoliación y corriente
Una opción para relajar y suavizar los puntos negros y blancos es el uso del vapor, bastante frecuente en la mayoría de los faciales. Claro está, si consideras que tienes una piel muy sensible puedes hablar con el especialista para que no emplee vapor.
Asimismo, los exfoliantes mecánicos que tienen una textura arenosa ayudan a eliminar las células muertas de la piel, algo bastante útil antes de pasar a la microcorriente facial.
La esteticista podría optar por una exfoliación química, una alternativa más agresiva que utiliza enzimas y ácidos para debilitar el enlace entre las células de la piel.
Pero no todo es dolor en los tratamientos de belleza… Un masaje facial con los movimientos clásicos de effleurage podría relajarte y estimular los músculos de tu rostro.
¿Cuáles son sus beneficios?
- Ayuda en la producción de colágeno y elastina porque incrementa la actividad en las células fibroblásticas.
- Permite la reeducación de los músculos, bien sea para acortarlos o alargarlos y así lograr el efecto esperado para reducir las líneas de expresión y las arrugas.
- Mejora la circulación sanguínea y linfática, lo que elimina los desechos del cuerpo.
- Aumenta la síntesis de adenosina trifosfato (ATP), la síntesis de proteínas, el transporte de la membrana celular y la gluconeogénesis.
Foto: Freepik
Otros nombres de la facial microcorriente
- MES (Micro Electro Estimulación).
- MENS (Micro Electro Neuro Estimulación, término mal empleado ya que esta forma de corriente no despolariza la célula nerviosa).
- Corriente de Bajo Voltaje.
- Estimulación Pulsada en Microamperios (µA).
¿Cuándo evitarla?
La microcorriente facial está contraindicada en…
- Mujeres en sus primeros meses de embarazo.
- Personas que sufran de alteraciones en su ritmo cardíaco o que tengan marcapasos.
- Pacientes de neoplasias o hemofilias.
Como si se tratara de un gimnasio para tu rostro, los resultados serán que los ojos se levantarán y la frente se tensará, lo que te dará una mirada más despierta.
Foto principal: Freepik
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