En la redacción nos pusimos las pilas y organizamos una cena de acción de gracias para nuestras lectoras en la casa de la chef Gloria Zabalgoitia.
Seguramente has escuchado algo acerca de la celebración más grande de nuestros vecinos del norte: el famosísimo Thanksgiving o Día de Acción de Gracias.
Con el apoyo de Calvin Klein, organizamos una cena para conmemorar esta efeméride que tanto nos gusta porque se basa en una acción que deberíamos realizar a diario, llueve, truene o relampaguee: AGRADECER.
Y no sólo dar gracias por lo que sí somos, tenemos y hacemos, sino también por aquello que nos cuesta, que no nos gusta. De hecho, esa fue una de las dinámicas de la reunión.
Abrimos el círculo de la palabra y cada quien agradeció algo que, en honor a la verdad no nos encanta que tener en nuestra película, pero que de cierto modo al final hemos aprendido a ver como una bendición disfrazada.
UN POCO DE HISTORIA
El objetivo de la cena, además de pasarla increíble y convivir con nuestras lectoras, fue conocer un poco más acerca de la tradición.
Así nos enteramos que, dependiendo de la fuente, se dice que el primer Thanksgiving fue en Massachusetts en 1621, pero hay otros historiadores que citan la primera celebración 60 años antes, en 1565, en Florida.
Sea como sea, lo que sí sabemos es que fue hasta 1863 que el presidente Abraham Lincoln estableció el último jueves de noviembre para dedicar un día al acto de dar gracias a nivel nacional.
Dato curioso: en 1939, al presidente Franklin Roosevelt se le ocurrió adelantar la celebración una semana y fue la peor idea, ¡hasta lo compararon con Hitler!, por lo cual en 1941 se firmó en el Congreso la fecha oficial y desde entonces nadie la ha movido.
Durante la cena aprendimos también que la voz que estuvo presionando para hacer de Thanksgiving una fecha oficial, reconocida por todos los estados, fue la escritora y abolicionista Sarah Josepha Hale, autora del cuento «Mary had a little lamb».
Un detalle que nos encantó conocer es que en la Casa Blanca hay la costumbre de ‘perdonarle la vida a un pavo’. Aunque el primero en hacerlo fue el presidente John F. Kennedy, la tradición inició con George W. Bush en 1989.
¿Y qué decir del delicioso e infaltable Pumpkin Pie o Pay de Calabaza? Imagínate que se dice que en 1705, la ciudad de Colchester (Connecticut) pospuso la celebración una semana a falta de melaza, un endulzante particular para este tipo de postre. ¡Así de importante es!
Si no lo has probado, por favor anímate a prepararlo. La chef Gloria Zabalgoitia nos compartió la receta aquí: https://kena.com/recetas-para-el-thanksgiving/ ¡Fácil y deliciosa! (siéntete libre de seguirla en Instagram, por cierto, @gloriazabalgoitia; tiene un programa de radio, libros y un súper sazón).
LAS DINÁMICAS
Iniciamos con una breve meditación, en la cual conectamos con un cuarzo que elegimos al azar. En él escribimos alguna emoción bonita que ese momento estábamos sintiendo. Las que más se repitieron fueron alegría, amor y agradecimiento, pero también hubo quien escribió paz, tranquilidad y curiosidad.
Luego entregamos ese cuarzo a la persona de la derecha 2 veces y hasta que la tercera se quedó con nuestro cuarzo original. Como nada es casualidad, dijimos que ese cuarzo tenía que llegar a nosotres para llenarnos de esa emoción bonita como regalo de la otra persona.
Otra dinámica increíble que llevamos a cabo fue el encendido de nuestra vela triangular con los colores de los 7 chakras. Aprendimos a intencionarla y a leerla. Si quieres saber más de esto, lee este otro post: www.kena.com/cómo-intencionar-las-velas
Queremos agradecer a todes les asistentes su energía, entusiasmo y apertura para hacer de esta noche algo súper especial, que estamos seguras nadie olvidará.
Ya por último, pero no menos importante, ¡feliz Día de Gracias para ti también!
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