Marzo… mes de la mujer, tanto que decir, tanto de qué hablar. Recién hace unas semanas vi la película de la directora Julie Taymor, titulada «The Glorias», inspirada en el libro de la biografía de la periodista, activista y feminista Gloria Steinem, símbolo del feminismo en los años 60s y 70s: «My Life On The Road» (Mi vida en la carretera), y tengo algunas cosas que compartir; además de mi absoluta recomendación.

¿Cuántas de nosotras mujeres no hemos visualizado la posibilidad de tener encuentros e incluso comunicación con algunas de nuestras «yo» de otros tiempos?, me explico. Yo he pensado que sería precioso haber podido tener los conocimientos que tengo ahora, cuando era más joven, o que en tiempos de absoluta crisis en los que me llegué a sentir perdida y sin rumbo, que mi yo del futuro viniera de alguna manera a decirme «que todo iba a estar mejor»…, pues esa es la dinámica de esta historia, en la que Gloria Steinem, protagonizada por Julian Moore, Alicia Vikander, Lulu Wilson y Ryam Kiera Armstrong (las Glorias), se encuentra en el viaje de su vida con ella misma, hablando de todo lo que atravesaron hasta el momento de escribir su biografía. Y yo amé el formato.

Yo creo que las mujeres estamos hechas de muchas versiones de nosotras mismas, unas más fuertes que otras, unas más sabias que otras, unas más atrevidas que otras, unas más rotas que otras; y que son estas piezas del rompecabezas las que conforman el todo y nos complementan hasta crear la versión que mostramos, la que de alguna manera nos representa. Esta mujer, Gloria Steinem; crece en un ambiente adverso para ser periodista (porque ser mujer sigue siendo difícil), y con una familia disfuncional (como tantas), y elige un camino por completo distinto a lo esperado de una mujer entonces… y (quizá ahora) porque se han conquistado espacios, pero muchos de los estereotipos de género aún prevalecen.

Steinem, una de las figuras más importantes del feminismo del siglo XX, abraza un estilo de vida sin ataduras, sin hijos, sin parejas fijas; enfocada en una causa: las mujeres y sus derechos, sus vulnerabilidades y sus posibilidades; es como si las propias Glorias también fueran todas esas «otras» mujeres que ella conoce y con quienes se relaciona en el camino. Mujeres de distintas edades, creencias, orígenes raciales, preferencias sexuales, mujeres acostumbradas a encajar (sobrevivir) en un mundo machista. Porque a lo mejor existen miles de periodistas alrededor del mundo, en los ámbitos menos esperados como la guerra, el automovilismo o los deportes (por citar algunos); pero entonces…, en los 60s, en los 70s, las mujeres debían de comunicar de moda, de alimentos, de belleza, no de las verdades que afectan al ser humano y al planeta, no de cómo viven otras mujeres en el mundo, no de cómo tenemos las absolutas capacidades y habilidades (igual que los hombres), para tenerlo todo. Y ese todo, NO incluye, si no lo queremos, la familia tradicional, los hijos, la pareja o la casa de los sueños; sino un viaje interminable mientras haya vida para descubrir y darle voz a quien lo requiere alrededor del mundo, como lo hizo ella.

Las Glorias, Gloria y la directora.

Temas que se abordan y que siguen vigentes aún como parte no solo de la conversación, sino del debate: el matrimonio, el aborto, el abuso sexual, la desventaja profesional, la inferioridad de la mujer por su origen étnico (culturas originarias), las adicciones, la depresión, el alcoholismo… situaciones que aún dejan en desventaja a las mujeres por su color de piel, por su edad…

Resulta ser un film inspirador, quiero ya leer el libro; es confirmar cómo en todas las épocas, las mujeres que se ponen al frente de su vida, por adverso que sea el panorama, se encuentran con otras mujeres que buscan y persiguen lo mismo, quizá eso no resuelve la situación, pero sí nos hace más fuertes.

Es una verdadera muestra de sororidad, de feminismo real (que además muestra fotos y video reales de archivo, lo cual le da un tinte de realismo al filme), porque el feminismo NO es ir en contra de los hombres, NO es apoyar solo a las amigas, No es quemar tops o usar flores en la cabeza; es un movimiento urgente, vigente, constante, genérico para lograr un mejor balance de vida en el mundo para mujeres y hombres. Apostar por estilos de vida diferentes NO tiene que ser una lucha, ni merece dar explicaciones a diestra y siniestra, NO corresponde más preguntar a una mujer (la que sea) por qué no se ha casado o por qué no tiene hijos, o por qué eligió cierta actividad… SOMOS libres como seres humanos de hacer con nuestras vidas un papalote hasta el límite de no interferir con la vida de alguien más.

NO hay una manera incorrecta de ser mujer y somos nosotras escribiendo cada día el diario de nuestra vida quiénes hacemos la diferencia entre el desear y el intentar y a veces en el camino: ganar y perder; porque de eso va vivir: de atreverse.

Vean «The Glorias»-de renta en todas las plataformas digitales- e imaginen su propio viaje. La vida no ha terminado aún, si tuvieran la oportunidad… ¿Qué le dirían a su yo más joven? ¿Qué desean para sus versiones futuras? ¿Qué tanto hemos aprendido en el camino? ¿Qué viajes hemos hecho y qué ha valido la pena? ¿Cuántas renuncias conscientes y valiosas, cuántas pérdidas inevitables, cuántas ganancias, sonrisas y éxitos a costa y a cuenta de nosotras mismas?

Para mí imperdible. Gozosa. Si tienen opción véanla con otras mujeres. Son esas historias que queremos contarle a las niñas y las mujeres mayores y también a nosotras mismas.

Karla Lara

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