
Una de las principales razones por las que algunas mujeres emprendedoras se vuelven esclavas de su negocio es porque no saben darse un momento de descanso. Se tornan obsesivas con el control de la empresa, no delegan funciones, no confían en sus empleados o socios, y se estresan constantemente.
De hecho, se vuelven dependientes emocional y mentalmente de su empresa. Te dejo estos tips para que no te conviertas en esclava de tu negocio.
¿Esclava de tu negocio? ¡Acaba con eso!
1. Establece límites de tiempo. Define horarios específicos para trabajar y respétalos para evitar que el negocio domine tu vida.
2. Delega tareas. No intentes hacer todo tú sola. Asigna responsabilidades a otros en quien confíes para aliviar tu carga laboral.
3. Prioriza actividades. Identifica las tareas más importantes y concéntrate en ellas primero. No te dejes abrumar por la lista interminable de cosas por hacer.
4. Tómate descansos. Programa momentos de descanso durante tu día laboral para recargar energías y evitar el agotamiento.
5. Establece metas realistas. Define metas alcanzables y evita cargar tu agenda con demasiadas responsabilidades. El realismo es clave para evitar sentirse abrumada.
6. Aprende a decir no. Jamás aceptes compromisos que te lleven al límite. Aprende a decir no a lo que no es esencial, solo así lograrás el equilibrio adecuado.
7. Automatiza tareas. Utiliza herramientas y tecnologías para automatizar procesos y ahorrar tiempo en tareas repetitivas.
8. Desconéctate. Establece momentos para desconectarte completamente del trabajo. Esto ayuda a preservar el bienestar mental y emocional.
9. Fija límites con clientes. Comunica claramente tus horas de trabajo y tiempos de disponibilidad para evitar demandas constantes fuera del horario laboral.
10. Invierte en tu bienestar. No descuides tu salud física y mental. Practica hábitos saludables, como hacer ejercicio regularmente, llevar una buena alimentación y tener suficiente descanso.
La salud mental se involucra
La salud mental de una persona emprendedora es muy importante en relación con el equilibrio entre vida personal y laboral. Cuando la persona no está bien de salud mental, tiende a estar mucho más preocupada por su negocio, y a poner todos sus esfuerzos, incluso en perjuicio de su salud física y emocional.
Falta de disciplina
La falta de disciplina para organizarse y respetar los límites entre la vida personal y la laboral, hace que muchas mujeres emprendedoras no sepan poner límites a su horario de trabajo, no terminen de descansar y, por ende, no puedan recargar baterías. El estrés acumulado afecta también a la productividad, y de forma muy seria.
La persona que está muy estresada suele trabajar mucho más y con menor productividad. Esto es porque el estrés incrementa el nivel de cortisol en el cuerpo, y este químico puede afectar directamente la memoria, la concentración y la capacidad de aprendizaje.
Un estudio realizado en la Universidad de Stanford, que habla sobre la relación entre el estrés y la productividad, señaló que la gente que trabaja más horas en la semana, o que está más estresada, es menos productiva que aquellas que trabajan menos horas, o están menos estresadas.
La clave para el éxito es encontrar el balance entre trabajo y descanso.
Foto principal: Christina @ wocintechchat.com, Unplash
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