En México, más de 30 millones de personas padecen hipertensión arterial, es decir, una de cada cuatro tiene este padecimiento y el 46% lo desconoce. Esta enfermedad ocasiona cerca de 50 mil fallecimientos anualmente en el país. 4 La Hipertensión es una enfermedad crónica que aumenta la presión con la que el corazón bombea sangre a las arterias para que circule por todo el cuerpo. Si no se controla puede provocar infarto al miocardio, insuficiencia cardiaca, accidente vascular cerebral y/o arritmias cardiacas. Un buen tratamiento de obesidad es importante.
“El sobrepeso y la obesidad pueden aumentar la presión arterial, lo que dificulta que la sangre fluya por el organismo. Se habla de hipertensión cuando la presión de la sangre en nuestros vasos sanguíneos es demasiado alta, por arriba de 130/90 mmHg; es muy importante recalcar que muchos pacientes pueden no tener ningún síntoma, la presión arterial por arriba de 180/120 mmHg requiere atención médica inmediata”, destacó el cardiólogo Hugo Radillo, director del Centro de Atención Cardiometabólica en Guadalajara.
La hipertensión y su etapa inicial
En etapas iniciales la hipertensión carece de síntomas, por ello es tan alto el porcentaje de quienes desconocen que la padecen. Conforme avanza, lo más común es sentir dolor de cabeza, zumbido en el oído, sensación de ver luces, náuseas, vómito, sangrado nasal recurrente e incluso palpitaciones. En su segunda fase también puede provocar cansancio, confusión, ansiedad, dolor torácico y temblores musculares. 6
Existen factores de riesgo modificables, entre los que figuran las dietas inadecuadas (consumo excesivo de sal, dietas ricas en grasas saturadas y grasas trans e ingesta insuficiente de frutas y hortalizas), la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol, el sobrepeso y la obesidad. Por otro lado, hay factores de riesgo no modificables, como los antecedentes familiares de hipertensión, la edad superior a los 65 años y la concurrencia de otras enfermedades, como diabetes o enfermedades en el riñón.
“La obesidad y la hipertensión están estrechamente vinculadas: la obesidad aumenta el riesgo de hipertensión, y esta puede dificultar el control del peso. Por eso, es fundamental realizar chequeos médicos periódicos para monitorear la presión arterial y otros indicadores clave como colesterol y glucosa, además de mantener un peso saludable”, recomienda el Dr Hugo Radillo.
Más allá de la seguridad y eficacia que las terapias farmacológicas han demostrado para el manejo del peso y la obesidad, resultados clínicos con el uso de semaglutida 2.4 mg en el estudio SELECT 8 muestran clínicamente mejoras relevantes en los factores de riesgo cardíaco, renal y metabólico 9 en pacientes con obesidad, entre ellos, reducción en la presión arterial.
Fuente Novo Nordisk
Mantener un peso saludable y controlar la tensión arterial: claves para una vida plena y saludable
En la actualidad, la salud y el bienestar se han convertido en prioridades fundamentales para muchas mujeres que desean disfrutar de una vida activa, llena de energía y libre de complicaciones médicas. Entre los aspectos más relevantes para lograr este objetivo se encuentran mantener un peso adecuado y controlar la tensión arterial. Estos factores no solo influyen en nuestra apariencia física, sino que también tienen un impacto profundo en nuestra salud a largo plazo, previniendo enfermedades crónicas y mejorando nuestra calidad de vida.
¿Por qué es importante mantener un peso saludable? Busca un tratamiento de obesidad
El peso corporal tiene un papel crucial en nuestro bienestar general. Un peso adecuado ayuda a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, problemas articulares y ciertos tipos de cáncer. Además, mantener un peso equilibrado favorece una mejor movilidad, mayor energía y autoestima.
Las mujeres que logran mantener su peso dentro de los rangos recomendados por los expertos suelen experimentar menos fluctuaciones hormonales, lo que puede traducirse en ciclos menstruales más regulares y menor incidencia de síndrome premenstrual. Asimismo, un peso saludable contribuye a mejorar la calidad del sueño y a fortalecer el sistema inmunológico.
Para lograrlo, es fundamental adoptar hábitos alimenticios equilibrados, realizar actividad física regularmente y evitar las dietas extremas o restrictivas que pueden ser perjudiciales a largo plazo y mantener un tratamiento de obesidad efectivo. La clave está en la constancia y en hacer cambios sostenibles que se ajusten a nuestro estilo de vida.
Consejos prácticos para mantener un peso adecuado y controlar la tensión arterial
- Alimentación equilibrada. Incorporar frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables en nuestras comidas diarias ayuda a mantener un peso estable y reducir la presión arterial. Limitar el consumo de sal, azúcares refinados y alimentos procesados también es fundamental.
- Ejercicio regular. Practicar al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana ayuda a quemar calorías extras, fortalecer el corazón y reducir la tensión arterial. Caminatas rápidas, yoga o natación son excelentes opciones para mantenerse activa.
- Control del estrés. Técnicas como la meditación, respiración profunda o mindfulness contribuyen a disminuir los niveles de estrés que pueden elevar la presión arterial temporalmente.
- Evitar hábitos nocivos. Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol protege tanto nuestro peso como nuestra salud cardiovascular.
- Revisiones médicas periódicas. Realizar chequeos regulares permite detectar tempranamente cualquier alteración en nuestro peso o tensión arterial y tomar medidas oportunas.
La influencia del estilo de vida en la prevención
Adoptar un estilo de vida saludable con un tratamiento de obesidad, no solo ayuda a mantener un peso estable y controlar la tensión arterial, sino que también tiene efectos positivos en otros aspectos de nuestra salud física y mental. La actividad física regular, por ejemplo, mejora la circulación sanguínea, fortalece el corazón y ayuda a liberar endorfinas, las hormonas de la felicidad. Por otro lado, una alimentación nutritiva aporta los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo y previene deficiencias que puedan afectar nuestro bienestar.
El manejo del estrés mediante técnicas de relajación también juega un papel fundamental. El estrés crónico puede elevar la presión arterial y contribuir al aumento de peso debido a cambios hormonales que afectan el apetito. Por ello, dedicar tiempo a actividades que nos relajen y nos hagan sentir bien es esencial para mantener un equilibrio emocional y físico.
El impacto positivo en la autoestima y la confianza
Cuidar nuestro cuerpo desde adentro hacia afuera también tiene un efecto directo en nuestra autoestima. Sentirnos saludables, con energía y en control de nuestra salud refuerza nuestra confianza y nos motiva a seguir adoptando hábitos positivos. Además, lucir una figura saludable puede potenciar nuestra imagen personal y mejorar nuestras relaciones sociales.
Mantener un peso adecuado y controlar la tensión arterial son pilares fundamentales para disfrutar de una vida saludable, activa y llena de vitalidad. La prevención es siempre la mejor estrategia: adoptar hábitos saludables desde temprana edad reduce significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas relacionadas con el sobrepeso y la hipertensión. Como mujeres modernas, tenemos el poder de cuidar nuestro cuerpo y mente mediante decisiones conscientes que impactarán positivamente en nuestro bienestar presente y futuro.
Amiga, no olvides que cada gesto de amor propio cuenta, y en esta ocasión es importante velar por tu ppresión arterial. Ya entendimos que una de las cosas más importantes es mantener un peso ideal. ¡Empieza ahora con un tratamiento de obesidad y goza de buena salud!
Foto Freepik
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