El llamado turismo social es aquel que te permite disfrutar de los pobladores lugareños, y si visitas la Riviera Nayarita no te puedes perder la hospitalidad de la gente de San Blas.

Por: Elvia Chaparro

En este puerto habita un espíritu alegre y bohemio que se confunde con las propias bellezas naturales del lugar. A casi hora y media de Tepic se descubre la posibilidad de volver a interactuar con una población orgullosa del legado histórico que les pertenece desde los tiempos coloniales hasta la famosa leyenda «La Loca del Muelle de San Blas».

Uno de los preceptos más importantes del Turismo Social es cuidar la naturaleza, acercarse a la comunidad con respeto, promover el comercio local, el trabajo artesanal y orgánico. Experiencia que resulta gratificante para el visitante al darse cuenta que el verdadero sentir del viajero es convivir con la gente y más si son tan animados como los San Blaseños.

La playa del lugar se llama Borrego, es limpia e ideal para surfear, disfrutar con la familia y observar un grandilocuente atardecer que ofrece el enorme mar del pacífico.

En este municipio es tan fácil encontrarse con las sonrisas que por las tardes un grupo de trovadores se reúne a cantar en la Esquina que Domina desprendiendo alegría contagiosa como para llevársela de regreso a casa. Estos momentos irrepetibles pueden suceder en el mercado o en cualquier otro callejón o espacio de este lugar que pareciera vive a toda la luz su calidad humana.

Otro atractivo más que hace de éste lugar una experiencia muy disfrutable es que frente al amplio litoral rueda el pueblo de San Blas. Ahí van sus habitantes, rodando en bicicleta o motocicleta quienes rítmicamente equilibran las actividades de su multidinámica vida.

Ven y date la oportunidad de hacer Turismo Social a San Blas el puerto de Nayarit más seguro. Donde tu espíritu viajero se agrandará después de experimentar lo que es socializar tu forma de viajar.

 


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