El uso frecuente de cotonetes (hisopos o q-tips) para limpiar los oídos puede tener varias desventajas y riesgos potenciales. ¿Podría ser suficiente uno por semana?, según expertos, mientras menos los uses mejor.
Cotonetes: las desventajas de su uso excesivo
Empujar el cerumen más adentro:
En lugar de eliminar el cerumen (cera) del oído, los cotonetes a menudo empujan la cera más adentro del canal auditivo, lo que puede causar obstrucciones y acumulación.
Daño al canal auditivo:
Los cotonetes pueden causar abrasiones o lesiones en la piel delicada del canal auditivo, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones.
Infecciones y otitis externa:
Al introducir cotonetes en el oído, se pueden empujar bacterias más profundamente en el canal auditivo, aumentando el riesgo de infecciones como la otitis externa.
Pérdida de cera necesaria:
La cera en los oídos tiene un propósito protector, ayudando a atrapar partículas de polvo y suciedad, y previniendo la entrada de agentes patógenos. Eliminar demasiada cera puede afectar la protección natural del oído.
Daño al tímpano:
Si se introduce un cotonete demasiado profundo, existe el riesgo de perforar el tímpano o causar lesiones en estructuras internas delicadas.
Sensación de tapón en el oído:
Empujar la cera hacia adentro puede causar sensación de tapón o bloqueo en el oído, lo que puede ser incómodo y molesto.
Agravar problemas existentes:
Si tienes problemas de salud en el oído, como infecciones o perforaciones en el tímpano, usar cotonetes puede agravar estos problemas y empeorar la condición.
¿Qué tan frecuentas usas el hisopo o cotonete? Foto: chisi666 en Depositphoto
¿Cómo puedes limpiarte cerumen?
A veces, puede ser necesario aplicar suavemente unos chorritos de agua tibia en el oído con una pera de goma para desalojar el cerumen que se desprenda. Tal vez sea necesario repetir esta rutina antes de que se libere el exceso de cerumen.
También, recuerda limpiar la parte externa en la ducha con mucho cuidado. Luego, puedes pasar un paño fino por el pabellón exterior (es decir, la oreja) o simplemente secar con una toalla.
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