Vestir unos zapatos hechos a mano es una de las sensaciones más placenteras que se pueden experimentar. Estos se aprecian muchísimo desde los tiempos que se empezaron a confeccionar.
Sin embrago, los zapatos hechos a mano han evolucionado y hoy en día su importancia radica en brindar comodidad y el estar en tendencia.
Historia de los zapatos hechos a mano
Las personas han buscado proteger sus pies del clima desde hace miles de años, incluso hay indicios de la existencia de calzado desde hace 40 mil años.
Pero su evolución ha ido mucho más allá de la protección de los pies y en la actualidad buscan ofrecer comodidad, estilo y moda. Existen variedades de estas piezas, dentro de ellas destaca los zapatos hechos de manera artesanal o que mantienen la supervisión de maestros zapateros.
Labor de los maestros zapateros en la confección de un calzado
La calidad de un zapato empieza por el diseño y por contar con las mejores materias primas para lograr un buen acabado y la mayor calidad. Pero es importante que en su proceso de fabricación estén presentes las manos de las personas expertas, lo que hace un factor diferenciador.
Es por esta razón que los maestros zapateros cumplen un gran papel en la confección de un zapato de calidad, pues estos expertos conservan habilidades transmitidas de generación en generación con las que logran hacer verdaderas joyas por su exclusividad, suavidad, belleza y el amor que imprimen en cada pieza.
“Hoy en día la producción 100% artesanal es inviable debido a los tiempos y a los costos, sin embargo, en cada uno de los procesos intervienen las manos de las personas, no hay una sola operación en la que la mano humana no siga el desarrollo del producto, eso es indispensable», indica un experto con más de 60 años de experiencia.
“Son zapatos vigilados por herederos de los trabajadores zapateros manuales que garantizan la calidad, el factor humano es imprescindible sin importar que las máquinas sean las mejores que existen”, agrega.
Proceso de la técnica artesanal
Las técnicas varían de acuerdo a cada región del mundo. Los artesanos zapateros de la zona levantina española tienen una tradición que se remonta a la época del dominio musulmán, en la que se confeccionaban alpargatas de esparto. Estos zapateros perfeccionaron su técnica con los años y luego llegó al mercado mexicano a través de marcas como Prada.
Esta firma aún mantiene la tradición de los zapatos confeccionados con materiales de alta calidad como pieles españolas, lo que garantiza durabilidad, confort y sustentabilidad.
La fabricación artesanal puede tener más de 20 pasos, entre ellos: diseño de la horma, diseño del modelo, creación de la suela, elección del tacón, colocación de hebillas y de adornos, cortado de piel y forro, unión de las piezas, montado del corte en la horma, colocación de la planta, planchado de la piel, cepillado, lijado, secado, cosido del piso al corte, limpieza, colocación de plantilla, cordones y detalles, tratamiento de cremas a la piel, cepillado final, pintado de los detalles a mano y control de calidad.
La técnica artesanal es muy valorada por los mexicanos porque son exclusivos, cada modelo tiene su propia personalidad, pues al estar hechas a mano ninguno es igual a otro, sobre todo aquellas piezas con pintados que son unas joyas artesanales.
Fuente: Prada
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