
Descubre los 3 derechos invisibilizados de las mamás. Es algo de lo que quizás poco se habla pero es fundamental tenerlo presente.
Te quiero hacer una pregunta: ¿Qué tipo de mamá te consideras? Lee a continuación y entenderás muchas cosas.
Madre abnegada y sus estereotipos
Autocuidado, salud mental y conciencia corporal son derechos invisibilizados porque así se alimenta el estereotipo de la madre abnegada, explica la Maestra en Desarrollo Humano María Elena Esparza Guevara.
Es cierto que una mamá lo puede todo, es incansable y mientras sus hijos estén bien, cualquier sacrificio habrá valido la pena.
La madre abnegada posee una carga cultural tan grande que nos ha hecho normalizar una serie de violencias asociadas a e indisociables de la maternidad.
“El problema de atribuir valor social a conductas que dejan en último lugar a las mamás es que ellas se alejan del ejercicio de sus derechos por cuidar de otros, todo su tiempo está dedicado a los demás y, al final del día, terminan exhaustas por la doble o triple jornada y sin posibilidad de expresar libremente sus emociones”, detalla la fundadora de Ola Violeta AC, organización que trabaja por el derecho a la conciencia corporal de niñas y mujeres.

Mamá abnegada. Foto: Pixels

Foto: Gustavo Fring en Pexels
¿Sabes cuáles son los 3 derechos invisibilizados de las mamás?
El 10 de mayo es una buena oportunidad para visibilizar tres derechos que no forman parte de la «canasta básica» para las madres en nuestro país, pero es urgente garantizar que todas puedan ejercerlos. La autora del taller “Conciencia corporal para crear relaciones sanas” los detalla a continuación:
1- Derecho al autocuidado.
Una de las formas de violencia de género menos conocidas es la que se disfraza de mantener limpia la casa, cocinar para toda la familia y cuidar de los menores y mayores del hogar sin descanso, a veces después de trabajar fuera de casa.
El valor del trabajo no remunerado en los hogares equivale al 27.6 por ciento del PIB, de acuerdo con el INEGI, y la mayor parte recae en las jefas de familia. En un día a día extenuante que no deja tiempo para que las mamás tengan rutinas de autocuidado, la crianza y las tareas domésticas no deben ser responsabilidad exclusiva o mayoritaria de las madres; la corresponsabilidad es urgente.
2- Derecho a la salud mental.
La OMS ha sido enfática al señalar que la siguiente pandemia será la de afecciones a la salud mental: ansiedad y depresión son los principales trastornos que afectan a las madres desde que se encuentran en el embarazo.
Lamentablemente, el rol de la madre sumisa incluye nunca enojarse, no pedir ayuda cuando se siente rebasada y guardarse sus emociones para no incomodar al resto de la familia, esto va creando una bomba de tiempo que tarde o temprano cobra su factura inclusive al cuerpo físico.
3- Derecho a la conciencia corporal.
Una mamá en contacto con su propio cuerpo es una mamá preparada para reconocer y validar su experiencia sensorial, emocional y física.
Millones de mamás en nuestro país y en muchos otros han vivido creyendo que el contacto con el propio cuerpo es un lujo solo disponible para algunas; esta es, además una herramienta preventiva de la violencia de género porque al desbloquearnos a nosotras mismas, podemos detectar patrones que nos dañan y fijar límites ante ellos.
“Dicen que madre solo hay una, pero hay que completar esa frase con que no está sola: es tiempo de resignificar la maternidad para que sea un espacio seguro, no solo para los hijos o la familia, sino también para quienes eligen maternar. No tienen que ser las últimas, no tienen que sentir culpa por estar cansadas o enojadas, no tienen que sufrir en silencio”, reflexiona Esparza Guevara, integrante de la generación 2022 del Programa de Liderazgo de Mujeres de la Universidad de Oxford, Inglaterra.
Fuente: María Elena Esparza
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