mitos del orgasmo

Me encanta hablar y escuchar a mujeres (y hombres) hablar sobre su sexualidad y los mitos, no de una manera morbosa sino casi casi científica. 

He dedicado algún episodio de mi podcast ¡Qué Lata! al tema y también reflexionado en mi blog al respecto, pero siento que hay mucha tela de donde cortar, como digo. 

Hoy vamos a hablar de algunos mitos, ¿qué dicen, le entramos?

Mito 1: solo se puede llegar mediante una vía

Por fortuna en el conocimiento está el poder: mientras más conozcamos nuestro cuerpo, más maneras tenemos de disfrutarlo. Esto va a requerir de exploración y sí: trabajo de campo. Sí está padre explorar con una pareja pero… la que tiene que sentir eres tú, así que hay que averiguarlo por propia mano. Je.

Mito 2: todos los orgasmos son iguales

El Coach de bienestar y maestro en sexualidad, Rodolfo Álvarez, explica: «Se tiende a creer que los orgasmos serán notorios y explosivos. En general, los primeros no son así, ya que la persona se está familiarizando con su cuerpo y la curva de deseo. Te sugiero bajar las expectativas y simplemente disfrutar del proceso. Irás sintiendo reacciones corporales un poco más intensas a las de la excitación, que luego, se irán acentuando.» Además, cómo sientes placer con un mano en el clítoris será distinto a lo que sientes con un juguete o con una pareja, ya sea penetración o sexo oral. Y… ¿sientes algo distinto con cada pareja? Puede ser que no estés loca. La química entre dos, la técnica, el estar muy excitada o hasta enamorada puede cambiarnos la manera en que percibimos el toque. 

Mito 3: el clítoris solo es ese botoncito que conocemos.

Nuestra experta en ginecología Karla Lara ya nos escribió un artículo enfocado en el clítoris. No, el clítoris es más grande de lo que se piensa, por eso, si se estimula de manera interna también puede haber placer. 

Lee aquí el texto sobre el clítoris.

Mito 4: es dificilísimo y solo para algunas

Bueno, hay que tomar en cuenta varias cosas y yo siempre digo que para empezar, la lubricación es un buen camino para lograrlo. ¡Y no se habla de ella! No es solo un mito, es como un secreto. Así que si tú no lubricas fácilmente o dejaste de hacerlo por ciclos hormonales, ¡el lubricante de tubito es tu mejor amigo! Piensa que para poder disfrutar del sexo tienes que relajarte… y que te lastime es el peor camino para relajarte. 

También la posición es importante y, en caso de que hablemos de cópula, el tamaño y grosor del pene.

Que no te digan, que no te cuenten: el tamaño sí importa. 

Si es muy pequeño pero también si es muy grande, si es muy delgado pero también si es muy grueso, tiene que ver con tu anatomía tanto como con la de él. ¿A que no lo habías pensado? Por eso, si tienes un amante «muy grande» y tú eres pequeñita, es probable que la posición «de perrito» sea una tortura, mientras que esa misma es ideal para cuando el individuo es más bien chiquito. 

¡Tienes que experimentar para ver qué te funciona mejor! Así que ya sabes, relájate y gózala, poco a poco empezarás a notar cambios en ti y en cómo disfrutas.

Te dejo el episodio donde hablamos sobre cómo vivimos la sexualidad las y los mexicanos, ¿te identificas?

Recuerda que el placer está en ti y en que lo busques, ¡sin miedos ni culpas!

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