Cuando nacen, la piel de nuestros bebés es muy delicada, porque se están adaptando al medio ambiente; de hecho, el bebé llega al mundo con una capita natural de grasa llamada “vernix” que lo protegerá durante los primeros días de vida, al igual que ese vellito finito llamado “lanugo”.

La naturaleza, desde el vientre materno, nos prepara para nuestro encuentro con el mundo; sin embargo, es normal que se produzcan algunas afecciones en la piel del bebé. Afortunadamente, aunque muchas veces nos asustamos y pensamos que algo muy grave está ocurriendo, todo es temporal y tiene solución. Te comentamos algunas de las afecciones más comunes:

Acné miliar: Son granitos blancos pequeñitos alrededor de la nariz, el mentón y las mejillas. Inofensivos y muy comunes. No ameritan tratamiento y se quitan solos en dos o tres semanas. Solo debes tener paciencia y no intentar removerlos de ninguna manera, esto sí puede irritar o lastimar la delicada piel de tu bebé.

Dermatitis del pañal o rozaduras: Normalmente se manifiesta en las zonas de la piel del bebé que están expuestas a humedad constante, orina y heces. Esto hace que la acidez, el calor y el roce del pañal puedan producir una especie de quemadura. Debes mantenerlo seco y aseado constantemente. Si tu bebé es rollizo también debes estar atenta al área del cuello y los pliegues de la piel.

Miliaria: Es una erupción que suele aparecer en niños menores de un año y se produce por una obstrucción de las glándulas sudoríparas. Se manifiesta con granitos rojos o blancos que aparecen en la cara, cuello o mentón del bebé. Se quita de forma espontánea, pero si quieres minimizarla mantén a tu bebé en un ambiente fresco y ponle ropa de algodón para favorecer la transpiración y mantenerlo seco.

Costra láctea: Conocida en términos médicos como dermatitis seborreica infantil. Puedes notar como unas escamas entre blancas y amarillas en el cuero cabelludo de tu bebé, similares a la caspa. Esta acumulación sebácea aparece al nacer y suele desaparecer en el primer mes de vida, sin mayores complicaciones.

Ictericia: Es más común en bebés prematuros, pero puede aparecer en bebés que no lo son. Su piel se pondrá de un leve tono amarillo, al igual que las palmas de sus manos y pies. Aparece durante los primeros días de vida. Para la mayoría de los bebés, se trata de una condición temporal e inofensiva que desaparecerá por sí sola.

Recuerda que esta es una pequeña guía para que puedas identificar ciertas afecciones que son comunes e inofensivas. Sin embargo, consulta a tu pediatra si notas que algo no anda bien.


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