Las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en México y en el mundo. En el marco del Día Mundial del Corazón, destacamos la urgente necesidad de crear conciencia sobre la salud cardiovascular en el país, así como la importancia de prevenir y controlar las enfermedades del corazón.
 
“Según la información más reciente proporcionada por el INEGI, tan solo de enero a junio de 2023 se registraron más de 97 mil muertes relacionadas con enfermedades del corazón, lo que la convierte en la causa de muerte número 1 a nivel nacional”, compartió la Dra. Luisa Aguilera, vocera de PiSA Farmacéutica.
 
El Día Mundial del Corazón es una iniciativa global promovida por la Federación Mundial del Corazón. Este día representa una oportunidad para hablar de la importancia de reducir los factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de enfermedades cardiovasculares que afectan principalmente a personas mayores de 45 años. Este año, la campaña hace un llamado para que cada país desarrolle estrategias nacionales para combatir estas enfermedades.
 

80% de las enfermedades cardíacas son prevenibles

 
El riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares está fuertemente influenciado por nuestro estilo de vida. Expertos indican que hasta un 80% de las muertes prematuras por enfermedades cardiovasculares (ECV) se pueden prevenir mediante pequeños cambios en nuestros hábitos diarios. Mantener controlados factores de riesgo como la hipertensión, la obesidad, la diabetes y los niveles elevados de colesterol y triglicéridos es fundamental, y para lograrlo, la alimentación y el ejercicio juegan un papel crucial.
 
Una alimentación saludable es clave para prevenir estos factores de riesgo. Es importante aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, limitando los azúcares libres y las grasas trans. Controlar la ingesta calórica, asegurando que consumimos menos calorías de las que gastamos, es otra medida eficaz para mantener a raya los principales factores de riesgo cardiovascular.
 
Por su parte, el sedentarismo se ha convertido en un factor de riesgo cardiovascular con un impacto tan significativo como el tabaquismo o el colesterol elevado, por lo que es importante incorporar al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana, es decir, alrededor de 20 minutos diarios:
 
El ejercicio reduce la presión arterial y los niveles de colesterol, lo que ayuda a controlar la glucemia, mantener el peso, mejorar la capacidad pulmonar y la eficiencia cardíaca, además de potenciar los mecanismos antiinflamatorios e inmunitarios” agregó la Dra. Luisa Aguilera.
 
Dejar de fumar es otro paso fundamental para mejorar la salud cardiovascular. El tabaco acelera la aterosclerosis, un proceso de degeneración de las arterias que puede provocar infartos y otras complicaciones graves. Además, el tabaco está relacionado con una amplia gama de enfermedades, incluyendo cáncer de pulmón y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
 
80% de las enfermedades cardíacas son prevenibles. Foto Freepìk

80% de las enfermedades cardíacas son prevenibles. Foto Freepìk

 

Controla los niveles de colesterol y azúcar

 
Controlar los niveles de colesterol, azúcar en sangre y la presión arterial es esencial. El colesterol no absorbido por las células se deposita en las arterias, aumentando el riesgo de infarto. Los niveles elevados de glucemia afectan los vasos sanguíneos, incrementando el riesgo de ictus e infartos. La hipertensión, si no se controla, puede conducir a complicaciones graves como infartos y enfermedades renales.
 
Es importante adoptar un estilo de vida saludable no solo para prevenir las enfermedades cardiovasculares sino para contribuir a un futuro más saludable para las siguientes generaciones: “Recordemos que nuestras acciones pueden ser aprendidas por los más pequeños del hogar. Es nuestro deber como madres, padres, tíos, tías o abuelos inculcar a los niños prácticas sanas que les permitan tener una mejorar calidad de vida” finalizó la Dra. Luisa Aguilera, vocera de PiSA Farmacéutica.
 
A pesar del ritmo de vida acelerado y las exigencias del día a día, es fundamental que la sociedad haga un esfuerzo consciente por priorizar su salud y bienestar. Aunque puede parecer difícil, implementar pequeños cambios en los hábitos diarios y gestionar el estrés puede tener un impacto significativo en la calidad de vida a largo plazo. Al final del día, cuidar nuestro corazón es cuidar nuestro futuro, y cada esfuerzo cuenta para asegurar una vida más plena y saludable.
 
 
Fuente: PiSA


 
 

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