Cada vez somos más conscientes de la importancia de la actividad física para nuestra salud y bienestar. En México, las cifras de sedentarismo e inactividad física son preocupantemente altas y no parece que vayan a bajar. Por ello, hemos de buscar maneras de incorporar más movimiento en nuestro día a día.

Diferencias entre Sedentarismo e Inactividad Física

Cuando hablamos de sedentarismo e inactividad física, en realidad nos estamos refiriendo a dos conceptos diferentes.

El sedentarismo es dedicar un mínimo de seis horas diarias sentados o tumbados. Quizás eres una persona deportista, pero si pasas la mayoría de tu tiempo sentado, podrías tener un estilo de vida sedentario. Por otro lado, ser físicamente inactivo es no llegar a las recomendaciones mínimas de ejercicio (150 minutos semanales de actividad física moderada o 75 minutos de ejercicio intenso), independientemente del tiempo que pase sentado o estirado.

Es decir, una persona puede ser físicamente inactiva si no practica ejercicio, pero no sedentaria si no pasa tiempo sentada o estirada. Por el contrario, si practicas deporte cada día durante 30 minutos, pero el resto del día estás sentado, no serás físicamente inactivo, pero sí que tendrás una vida sedentaria.

Ambas actividades son independientes, pero juegan un papel importante en nuestra salud y aumentan los riesgos de ciertas enfermedades.

El Sedentarismo en México. Foto Freepik

El Sedentarismo en México. Foto Freepik

Sedentarismo e inactividad física en México y sus consecuencias

Según un estudio de 2016, el 16.5% de la población de México es físicamente inactiva, un aumento del 40% desde el 2006. Los grupos más afectados por estos números son los hombres adultos con trabajos poco exigentes físicamente, estudiantes, hombres con un estatus socioeconómico alto y personas que sufren sobrepeso u obesidad.

Esta falta de actividad física puede ocasionar serios problemas de salud como la obesidad, diabetes, hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares. Esto está directamente relacionado con el problema creciente de la obesidad en México, que afecta a un 36.9% de la población adulta, y se proyecta que para 2030 llegará al 45%.

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Además, este tipo de estilo de vida puede tener un impacto en nuestra salud mental y puede causar depresión, ansiedad y estrés. Al no practicar ejercicio, nos privamos de los beneficios mentales que ofrece el movimiento, como la expulsión de serotonina, que nos hace estar más felices. De la misma manera, practicar deportes en grupo también aumenta nuestra felicidad gracias a las interacciones sociales.

Aunque el gobierno está empezando a implementar programas y ayudas para combatir el sobrepeso, es importante que exista una motivación personal e individual para poder combatir estos números.

Cómo combatir el sedentarismo e inactividad física

Si queremos vencer este estilo de vida tan poco saludable, tendremos que incorporar en nuestra rutina más actividad física y otras opciones para poder luchar contra ello:

  • Caminar más. Esta actividad física es gratuita, no necesitas equipamiento ni estar apuntado a un gimnasio y además es la más fácil. Puedes aprovechar cualquier oportunidad para moverte; bajarte una parada antes en el transporte público, optar por las escaleras en lugar del ascensor o si tienes perro, sacarlo a pasear una vez más.
  • Usar escritorios ajustables. Si pasas mucho tiempo frente a un ordenador mientras trabajas, considera optar por un escritorio ajustable, para poder subir la altura y trabajar de pie de vez en cuando. Aparte de combatir el sedentarismo, reduce los dolores de espalda y cuello.
  • Empieza un nuevo hobby. Cambia tus horas en el sofá por algún hobby con un mínimo de movimiento. Puedes probar la jardinería, hacer excursiones por la naturaleza, clases de baile, etc. Quizás descubras que te gusta moverte más de lo que pensabas.
  • Balones gástricos. Si sufres de obesidad severa y consideras que necesitas un empujón inicial para empezar a perder peso y moverte más, un balón gástrico podría ser tu mejor opción. En este procedimiento no quirúrgico se inserta un balón en el estómago que se puede ir inflando y desinflando dependiendo de las necesidades de tu cuerpo. Además, todo el proceso va acompañado de un plan dietético y de ejercicio para que los resultados se mantengan a largo plazo. Las diferencias entre antes y después de un balón gástrico demuestran mejoras significativas en agilidad y capacidad de movimiento, facilitando así un estilo de vida más activo.

Es importante combatir el estilo de vida sedentaria para mejorar nuestra salud y calidad de vida. Afortunadamente, existen muchas iniciativas y recursos disponibles para reducir la inactividad física. Lo más importante es ser constante para poder mejorar no solo nuestra salud física sino también mental.



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