El sedentarismo prolongado, o también conocido como sedentarismo crónico, es la práctica de permanecer sentado o en una actividad física muy baja durante largos períodos de tiempo. Este comportamiento es una causa de muchos problemas de salud, como problemas cardiovasculares, diabetes, depresión y sobrepeso.

La inactividad prolongada aumenta el riesgo de desarrollar una serie de problemas de salud, como obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, presión arterial alta, osteoporosis y ciertos tipos de cáncer.

Por otra parte, los músculos y articulaciones pueden volverse más débiles y propensos a lesiones debido a la falta de uso regular. Aunque puede parecer contradictorio, el sedentarismo a menudo resulta en una sensación de fatiga crónica en lugar de energía renovada.

Problemas de salud mental

El sedentarismo puede contribuir a problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad y el estrés. La actividad física regular se ha demostrado que tiene un efecto positivo en la salud mental.

Mayor aislamiento social

La falta de actividad física a menudo se asocia con una reducción en la participación en actividades sociales, lo que puede llevar al aislamiento.

Un estudio publicado en la revista «Diabetes Research and Clinical Practice» en 2017 halló que el sedentarismo prolongado aumenta el riesgo de enfermedades crónicas, como diabetes, hipertensión, enfermedades cardíacas y obesidad. El estudio concluyó que la acción física incluso en pequeñas cantidades reduce los efectos negativos del sedentarismo.

Sedentarismo, ¿cómo evitar? Foto Alena Shekhovtcova Pexels

Sedentarismo, ¿cómo evitar? Foto Alena Shekhovtcova Pexels

Tips para vencer el sedentarismo prolongando

  • Realizar ejercicio diario, sea cual sea la intensidad.
  • Tomarse más descansos durante el trabajo, usando un descanso cada media hora o hacer estiramientos cada hora.
  • Incorporar actividades físicas en las rutinas diarias, como andar en lugar de conducir o tomar una escalera en lugar de un ascensor.
  • Trabajar en pie o en una mesa ergonómica.
  • Dividir el tiempo de estudio o de trabajo en intervalos y no estar mucho tiempo sentada.
  • Usar un reloj inteligente que alegue cada cierto tiempo para hacer ejercicio o estiramientos.
  • Tomarse pequeñas pausas para caminar, estirarse o hacer flexiones cada media hora.
  • Utilizar una silla ergonómica que permita cambiar de postura a lo largo del día.
  • Realizar tus trabajos (si es posible) en una zona en la que pueda estirar los brazos y plegarlos en sentido horizontal.
  • Trabajar de pie de vez en cuando.

Para mitigar los efectos negativos del sedentarismo, es importante incorporar actividad física regular en la vida cotidiana. Incluso pequeños cambios, como caminar más, realizar ejercicios de estiramiento o participar en actividades recreativas, pueden tener un impacto positivo en la salud y la calidad de vida de un adulto.

«La salud y la vida bien vivida no son simplemente el resultado de una buena genética, sino del cuidado diario de uno mismo». Eso lo dijo Tom Robbins, un escritor y novelista estadounidense.

Foto principal cottonbro studio Pexels


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